Conociendo que el concepto de Lealtad, identifica a la fidelidad, a la nobleza, a la franqueza y a la honradez que debemos tener y demostrar las personas y las instituciones en el estricto y fiel cumplimiento de nuestros deberes y obligaciones, las Fuerzas Armadas ecuatorianas y la Policía Nacional de acuerdo al artículo 158 de la Constitución en vigencia son instituciones de protección de los derechos, libertades y garantías de los ciudadanos y para cumplir con estos preceptos su acción se desarrolla dentro del marco profesional de la disciplina, de la obediencia, de la subordinación y del respetos a los derechos humanos, principios que exigen estar totalmente alejados de los mezquinos intereses económicos, sociales y políticos que hoy por hoy, tanto daño y vergüenza nos causa a la mayoría de ciudadanos ecuatorianos, es muy bien conocido que nuestras gloriosas y victoriosas Fuerzas Armadas no se deben ofrecer, ni se deben prestar al servicio de protervos intereses de ningún político, ni partido político alguno, por cuanto ellas se deben al único partido político que se llama Ecuador, bajo este concepto nuestras Fuerzas Armadas seguirán siendo la columna vertebral y la reserva moral de nuestra Patria, cuyo principio y fin es defender los grandes Objetivos Nacionales Permanentes como lo son, la Soberanía e Integridad Territorial, apoyar a la Seguridad Integral del Estado y contribuir dentro de sus competencias con el Desarrollo Nacional, lamentablemente hoy pese a mantener y ser junto a la Iglesia la institución con mayor aceptación y credibilidad del país intenta cobardemente ser desbordada y desprestigiada por engaños artificiosos, astucias preconcebidas y actos de terrorismo que son estratagemas propias de grupos y falsos lideres claramente identificados con el crimen internacional y con organizaciones delincuenciales nacionales que poco o nada saben del verdadero concepto de Lealtad. (O)
