Invitado de honor, Franco Loor llegó con dos días de anticipación para disimular o hacer creer que él no era un convidado oficial, porque el tiene muchos amigos en todos los espacios de la tierra, se lleva con políticos de todas las tendencias, simplemente es un hombre muy querido; “por eso fui al país bolivariano a conseguir la publicación de la segunda edición de mi libro sobre Bolívar”
Ese infausto 10 de enero de 2025, en el cual se posesionó Maduro para iniciar su tercer y definitivo período -él mismo hizo notar que ya no habría más comicios- al mando de Venezuela, tomó el juramento ante la mirada diabólica del impresentable Jorge Rodríguez el presidente de la Asamblea Nacional, la de Delcy Rodríguez, su hermana, y vicepresidenta, y de dos dictadores en primera fila: Diaz Canel de Cuba y Daniel Ortega de Nicaragua. No llegaron los amiguitos Lula, Petro y Boric; al parecer algo les queda de decencia. Los presidentes o representantes oficiales de los países democráticos no asistieron y las famosas delegaciones a las cuales Maduro saludó, eran un conjunto de misántropos que no se unen o contactan con tendencias democráticas. Allí medio escondido, apareció la regordeta figura de Eduardo Franco Loor quien se ufanó del cariño venezolano cuando le nombraron como ex abogado del “compañero” Jorge Glas.
No es nada raro que un militante de la RC vaya a Venezuela. Pero, la mitomanía de Franco Loor es execrable, le convierte en un arribista de los peores, y abunda a su ya dilatada vida de tropiezos con la verdad. Este desubicado por conveniencia, reemplaza a Juan Esteban Guarderas en el CPCCS, quien por pensar diferente a los de la “liga Azul” cayó en las redes de la mayoría de la Asamblea que le censuró y destituyó. La nueva composición de fuerzas en el CPCCS hace pensar en días negros para el Ecuador, a no ser que, en un acto de reconciliación con la honestidad, el TCE mande a la casa a este militante activo de la RC, quien también se promocionó de la mano de Correa, para conformar este pírrico poder del Estado, situación completamente prohibida, pero soterrada en la atroz Constitución de 2008.
Hablemos claro. El país debe exigir a la candidata Luisa González, quien en las entrevistas evade las respuestas sobre la íntima relación de la RC con el dictador Maduro, que diga de frente cuál es el plan para el Ecuador, respecto a la relación con Venezuela. No como el lavado de manos de Diego Borja al ser consultado sobre su consonancia cercana con el modelo chavista, admitiendo haber sido delegado nomás al ALBA, alianza perversa desaparecida por impertinente e inservible, que siempre buscó desbaratar la dolarización.
Franco Loor ha dicho, “en el CPCCS actuaré ceñido a mis principios”, por lo cual, de acuerdo a su pasado y a sus actuaciones de hace pocos días, Maduro llegó a meterse en los órganos de control de Ecuador, quien sentenció: (…) “con Luisa en el poder seremos una sola nación. Rafael volverá, los Yanquis sufrirán, no necesitaremos el dólar nunca más, tendremos nuestra propia moneda, hoy lo decreto”. (O)