El anuncio de Facebook de eliminar los sistemas de verificación de hechos, más conocidos en inglés como “Fact-Checkers” ha dejado perplejos a los profesionales de la información que se esmeran por la objetividad y veracidad, principios básicos y fundamentales de la comunicación hoy en día.
FactCheck.org , Snopes, Full Fact, Verificando, Chequeando, AFP FactCheck, Ecuador Chequea, etc. son organizaciones dedicadas al periodismo de investigación que con claridad y veracidad han podido detectar la divulgación de hechos falsos; por ejemplo, el último ataque en Nueva Orleans Estados Unidos, el 1 de enero del 2025, en el que murieron 14 personas; los políticos Republicanos, con posts en plataformas denunciaron al culpable como un inmigrante ilegal, cuando en realidad el acto fue cometido por un ciudadano americano veterano de guerra. (FactCheck.org)
Conscientes que los verificadores juegan un papel fundamental en la lucha contra la desinformación digital, es una falta de responsabilidad prescindir de ellos, por cuanto se estaría manipulando la realidad, distorsionando la verdad y afectando el comportamiento de las personas.
Además, perderían la confianza de los usuarios y obligaría a organismos gubernamentales a implementar regulaciones de control. Una ironía si ellos buscan una libertad de expresión sin censura.
Identificar información falsa, es una tarea urgente, no solo para las plataformas digitales y medios de comunicación sino también para cada usuario.
Esto, implica la necesidad de fortalecer un sistema de educación que vigorice el sentido crítico del usuario digital desde temprana edad para que desarrollen su capacidad de análisis y toma de decisiones.
Mientras se implementan tecnologías innovadoras; como el uso de algoritmos, para que tanto en plataformas como en redes sociales se priorice la difusión de los contenidos ya verificados. (O)