Empezó la campaña electoral en nuestro país Ecuador y las estrategias que ponen en práctica los diferentes partidos políticos, no son ajenas a las que se han ejecutado en forma tradicional y consiste en poner en «mal predicamento la dignidad del contrincante, antes que dedicarse a plantear planes de trabajo viables y ejecutables, planes que reflejen la seriedad y el conocimiento de nuestra realidad en el país, o el pensamiento y la acción de quienes pugnan por llegar al sillón de Carondelet, los cálculos electorales se multiplican en éstos días las estrategias de campaña electoral no sorprenden, algunos optan por los procedimientos más bajos como el insulto procaz, el lograr desprestigiar al contrincante a pesar que en el fondo están conscientes que son superiores intelectual como políticamente, desafiar a debates o rehuirlos es otra forma de estrategia electoral, pero quizá la más importante son los obsequios para la gente pobre, como repartir pequeñas cantidades de víveres que ofenden a la dignidad humana, las dádivas que se entregan a nuestros conciudadanos es un condicionamiento, para que el día de las elecciones se sufrague por ellos , empezando desde aquel instante a inducir a sus huestes a la corrupción, ese sólo hecho demuestra la calidad moral de quienes están terciando en una lid electoral, por otra parte los candidatos sufragan fuertes cantidades de dinero a las encuestadoras para que éstas inclinen la balanza a su favor y les aseguran el triunfo haciendo una llamativa y artificiosa propaganda , sobre el candidato que más paga a la encuestadora, quienes se aventuran a decir cuál es la o el candidato que tendrá en las urnas el favor del pueblo para ungirlo con tal o cual nombramiento de representación popular, pero en la realidad no hay una verdad ni siquiera subjetiva, que se aproxime a los resultados en las urnas a la hora de la verdad. Las elecciones son un tipo de ajedrez, donde hay que anticiparse al movimiento del rival, atacar sus flancos débiles y tapar los propios errores, mientras que las definiciones ideológicas son secundarias, en ésta actitud, todos los candidatos o casi todos descienden al plano del insulto burdo y recurren al invento, a la mentira y la calumnia y no les importa atropellar principios para lograr sus perversos fines. Esta es la forma de hacer política en la actualidad, lejos del debate consciente, la palabra razonada, los objetivos claros propuestos con lógica, no hay planteamientos que respondan a la realidad objetiva para poderlos ejecutar , que lejos está la época en el cual los candidatos eran verdaderos estadistas que practicaban el discurso elocuente, cargado de una gran dosis de verdad, mas hoy los postulantes a la Asamblea o a la Presidencia se inclinan por la demagogia y el populismo. Nadie señala con claridad, contundencia, precisión, como se va a solucionar el desempleo, la agudización de la seguridad social o política, el crecimiento notable de la delincuencia que ha caída en una profunda crisis y la percepción cada vez más notable de un gran despilfarro en los fondos gubernamentales, que han pasado al primer lugar de las preocupaciones del electorado, que no encuentran respuesta ni en los candidatos de izquierda, del centro , ni de derecha, solo pronunciamientos líricos que no convencen a nadie, porque el mismo discurso se lo viene pronunciando desde hace más de dos décadas , pero en el fondo son espejismos, que finalmente concluyen en ofertas incumplidas y la insatisfacción de los electores una vez más engañados. (O)
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