Ya no se lee

«Los indicadores de lectura en Latinoamérica oscilan entre dos y cinco libros por habitante al año», según el Centro Regional para el Fomento de la Lectura en América Latina y el Caribe (Cerlalc). «La oferta en la región alcanzó hace unos 10 años los 166 000 títulos. Pero la estrategia, muy equivocada indudablemente, ha sido vender libros y no crear lectores. El Ecuador, según la revista de la Cámara Ecuatoriana del Libro, se encuentra en «los niveles más bajos de lectoría en Latinoamérica y el Caribe».

Hay ausencia de un Programa Nacional de Lectura y caemos más profundamente en el «analfabetismo funcional» (saber leer, pero no entender lo que se lee) Mientras las cifras se han puesto en plan pesimista, en Panamá se reunieron hace algunos años académicos que prefirieron proyectarse con entusiasmo al futuro. Entre ellos estaba Mario Vargas Llosa quien dijo refiriéndose al español que «ningún otro idioma es dueño de un territorio tan vasto».

El español es la segunda lengua del mundo por el número de personas que la tienen como lengua materna. La industria del libro debe ser más competitiva y debe ser mayor la difusión que los medios den al libro. Hay también «angustias y perplejidades» frente a los derechos de autor, en momentos en que por las nuevas tecnologías se lee y vende menos libros. Quienes hace años leíamos tres o cuatro libros por mes, ahora leemos como mucho uno. Se lee menos libros, por lo tanto, se compra menos libros. Pasamos el mismo tiempo leyendo cosas en Internet, en Facebook o en Twitter; muchas veces son cosas sin mayor o casi ningún interés, con pésimas sintaxis y ortografía. Una nota de la publicación española El Cultural ventilaba hace tiempo   la misma preocupación: «Toda una gama de tiempos ‘muertos’ que muchos empleaban en leer va quedando invadida, de pocos años a esta parte, por las actividades sucedáneas que brindan los teléfonos inteligentes. (…) los únicos momentos de que se dispone para leer en el transcurso de una jornada, se llenan ahora con la consulta de mensajes recibidos, con la redacción de nuevos mensajes, con la inspección de las redes sociales, con la navegación por Internet, cuando no directamente con juegos de entretenimiento». Así está el panorama. (O)

Dr. Marco Carrión

Médico desde 1968. Profesional en SOLCA y en el IESS, donde fue Director de la Regional 3. Fue Director del Hospital José Carrasco Arteaga y docente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cuenca.

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