Trump

Hombre controversial, en todo, desde su cabello acomodado artesanalmente, su traje azul impecable y larga corbata roja que linda con sus rodillas, aparece como una tromba predecible en el tablero político mundial y como si fuese una verdadera flecha sin retorno y veloz, apenas investido presidente del Tío Sam y sin siquiera poner las posaderas en el sillón de la casa blanca, larga decretos que son un verdadero remolino mundial y latinoamericano, dando la orden inmediata, imperiosa, de tomar presos los indocumentados, la mayoría sudamericanos,  esposarlos y cargarlos en aviones de trasporte de ganado y enrumbarlos a sus países; deportados. Dos caras de una misma moneda. La una la circunstancia de que nuestros pobres paisanos que buscan su mejor existir desesperadamente y que, dicho sea de paso, son campesinos o iletrados que luego de penurias, llegan al país del dispendio y abundancia, orden y ley sin contemplación y que, por otro lado, ellos los necesitan para los trabajos que no quieren tomarlos los estadounidenses, desde limpiar baños o ser lavaplatos de restaurantes. En menos de lo que un gallo canta son tomados presos miles y en el caso colombiano, cuando llegan ya al país del dorado, Petro, el guerrilleo de antaño y hoy presidente protesta sin darse cuenta que al nuevo presidente rubio, no le importa un pito por decir lo menos, sus medidas y protestas y en seguida ordena subir aranceles y limitar entrada de productos colombianos, que viene siendo un golpe mortal, a lo que, Petro, comiéndose su arrogancia, acepta a los indocumentados de su país, pero que vengan cómodos en el avión presidencial colombiano. Jaque y mate.

En nuestro caso esta clarísima la postura. Invitado Noboa a su investidura, da el espaldarazo al nuevo gobierno ecuatoriano y reconoce que Noboa es un hijo adoptivo de la “Jony” pues creció y se educó allí, con tutores como los Kennedy, nada más ni nada menos, cuya familia lo adoptó en toda su niñez y juventud. De ganar Noboa, cosa que me parece muy posible, estaremos amparados y de la mano en nuestra ruta única de progreso, que es olvidarnos de ches, Fideles, Chávez y Maduros.

Estuve muchas veces en EE.UU. estudiando allí cortos periodos y siempre admiré su potencial y respeto irrestricto a la ley, sin tanta constitución como la nuestra, que se cambia como pañal. La de ellos, legendaria y que a lo largo de decenas de años solo tiene enmiendas necesarias por el cambio cronológico indispensable del tiempo. Estoy sin ninguna duda con Noboa y votaré por él, pues es lo mejor en este momento trascendental para derrotar la mafia narcocorreísta y su pandilla. (O)

Dr. Aurelio Maldonado

Médico otorrinolaringólogo. Profesor universitario. Presidente de varias instituciones y de Congresos. Escritor.

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