A medida que nos acercamos a la recta final de la campaña electoral, la narrativa política insiste en la idea pragmática de que el voto debe ser «útil». Se instala la noción de que nadie quiere desperdiciar su voto en una opción sin posibilidades de victoria. Así, muchos electores indecisos recurren a un atajo mental: respaldar a quien aparentemente tiene mayores probabilidades de ganar.
En este juego de comunicación y marketing político, las encuestas se convierten en herramientas estratégicas. Al igual que un spot publicitario, los titulares que destacan a ciertos candidatos en los primeros lugares buscan influir en la percepción del electorado. Su objetivo es claro: persuadir a quienes aún dudan o no han decidido su voto para que se alineen con «el ganador». En este proceso, algunas encuestadoras han llegado a comprometer incluso su propia credibilidad.
La mejor defensa contra este tipo de manipulación es la educación. En los días finales de la campaña, la presión por captar votos es máxima, y el electorado debe ser consciente de que su decisión es un bien codiciado, sujeto a prácticas poco éticas por parte de consultores y políticos. Por ello, antes de dar crédito a una encuesta, es clave preguntarse: ¿cuál es su metodología (presencial, en línea, telefónica)? ¿Qué población incluye (ámbito nacional, provincial, cantonal)? ¿Cuál es su margen de error? Este último dato es crucial para determinar si las variaciones reportadas son estadísticamente significativas o simples fluctuaciones sin sustento.
Además, convertir la intención de voto en votos válidos implica un proceso complejo de asignación de la indecisión y estimación del voto nulo. En Ecuador, por ejemplo, el porcentaje de votos nulos ha oscilado entre el 13% en 2021 y el 9% en 2023, dependiendo del contexto político de cada elección.
El llamado «voto útil», al final, es solo una estrategia más dentro del marketing político, una herramienta que, en muchas ocasiones, se usa con una ética cuestionable. El verdadero voto útil no es el que sigue tendencias fabricadas, sino aquel que responde a una elección informada y consciente.
