Las infecciones de oído aumentan durante las vacaciones, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte de que las infecciones de oído son una de las afecciones más comunes durante los meses de calor. Las visitas frecuentes a la playa o a las piscinas son las principales causas. «El contacto recurrente con el agua en este periodo favorece la humedad en el conducto auditivo externo, generando una mayor predisposición a las infecciones. El ambiente cálido y húmedo, unido a la exposición prolongada al agua, crea el escenario ideal para la proliferación de bacterias y hongos que pueden derivar en molestias, dolencias o incluso en problemas más graves», explica Ariana Araujo, audioprotesista de GAES.
Diversos estudios confirman también que el aumento de la temperatura y la humedad favorece la proliferación de bacterias y hongos en el conducto auditivo externo. En este sentido, los expertos explican cómo determinadas situaciones pueden desencadenar problemas auditivos durante la época de calor, así como recomendaciones para prevenirlos:
● Agua salada y oído: La concentración de sal en el agua de mar puede alterar la barrera natural del conducto auditivo, facilitando la irritación de la piel y la entrada de bacterias. Este contacto prolongado también puede resecar la superficie interna del oído, provocando molestias o sensación de taponamiento que, en casos avanzados, deriva en inflamación persistente u otitis externa, una infección estacional que genera dolor, secreción y pérdida de audición si el conducto auditivo presenta edema (hinchazón), además de que la manipulación del pabellón auricular provoca dolor.
● El cloro y los baños prolongados: La exposición a sustancias utilizadas en el mantenimiento de las piscinas, como el cloro, puede alterar la flora microbiana del conducto auditivo externo. «Esta alteración puede provocar reacciones adversas en la piel o proporcionar un ambiente ideal para que bacterias y hongos se reproduzcan rápidamente, convirtiéndose en una posible fuente de infecciones que afectan a la audición», añade el experto.
● Exposición al sol en la zona auditiva: La radiación solar intensa sobre el pabellón auricular y la piel circundante puede desencadenar enrojecimiento o incluso quemaduras superficiales. Estas lesiones cutáneas alrededor de la oreja pueden extenderse al conducto auditivo externo, generando molestias, irritación o inflamación que complican el estado general del oído durante la época de calor.
● Arena y lesiones en el conducto auditivo: La arena del mar puede introducirse en el conducto auditivo y provocar irritaciones o pequeñas heridas que, junto con la humedad prolongada, reblandecen los restos de cerumen y la piel, aumentando el riesgo de supuración e inflamación dolorosa.
Consejos para evitar infecciones auditivas:
Conociendo estos factores desencadenantes y adoptando sencillas medidas preventivas, es posible proteger la salud auditiva mientras se disfruta plenamente de la temporada. Los expertos comparten algunos consejos para evitar complicaciones en la salud auditiva.
● Secar bien los oídos: Inclina la cabeza a cada lado para drenar el agua acumulada y utiliza una toalla suave en el exterior, después de bañarte en el mar o en la piscina. Evita introducir cualquier objeto en el conducto auditivo, ya que puede dañar la piel interna y el tímpano. Si el oído está taponado, es aconsejable tirar suavemente del lóbulo para que la gravedad facilite la salida del agua. Si la sensación de taponamiento persiste o hay dolor, es importante acudir a un especialista.
● Usar protección auditiva: El uso de tapones específicos es clave para evitar que el agua entre en el conducto auditivo, reduciendo así la formación de un ambiente húmedo propicio para bacterias y hongos.
● Limitar el tiempo de exposición: Evite permanecer más de 2-3 horas continuadas en el agua de la playa o muy cerca de ella. Si es inevitable, haga pausas regulares para que los oídos se sequen y descansen, reduciendo así el riesgo de irritación o infecciones de oído.
● Revisiones auditivas periódicas: Pasar largos periodos en la playa o en el agua puede provocar a veces problemas inadvertidos en los oídos. Es aconsejable acudir a una evaluación auditiva al menos una vez al año para prevenir complicaciones. Los centros GAES ofrecen este servicio de forma gratuita durante todo el año, lo que facilita dar prioridad al cuidado de los oídos y a la prevención.