En silencio y con dolor, vecinos de la ciudad sueca de Örebro dejaron este miércoles 5 de febrero de 2025 velas y flores en memoria de los 11 muertos y al menos seis heridos en el tiroteo perpetrado en una escuela para adultos en el que también falleció el supuesto autor.
Un día después de tiroteo, el peor registrado en la historia reciente de Suecia, los habitantes de Örebro, unos 200 kilómetros al oeste de Estocolmo, expresan su incertidumbre por la masacre perpetrada por un hombre que actuó solo y no tiene vínculos con bandas criminales o grupos terroristas.
Andres, un vecino de 39 años, explica a EFE que aún se desconocen los motivos del ataque, pero que en la escuela Risbergska, donde ocurrió la masacre, estudian inmigrantes que aprenden el sueco, así como adultos sin títulos de Primaria o Secundaria.
Las autoridades no han confirmado la identidad del atacante, pero algunos medios como la televisión pública SVT y los tabloides suecos Aftonbladet y Expressen han publicado una foto del presunto autor, un joven sueco de 35 años llamado Rickard Andersoon, descrito por conocidos como «aislado socialmente«.
Andrés, que trabaja en una empresa de reciclaje, afirma que, en su opinión, hay un creciente sentimiento contra los inmigrantes en Suecia y ahora «muchos suecos dicen cosas contra los extranjeros que antes no se atrevían».
Su mujer, que prefiere no dar su nombre y nació en Suecia de padres chilenos, dice en español que se nota el miedo en las calles de la localidad, de más de 156.000 habitantes.
«Podía haber ocurrido en la escuela de mis hijos. Nunca hemos vivido algo así en Suecia«, señala junto a su marido y dos hijos en el lugar lleno de velas, flores y mensajes en homenaje a las víctimas.
Pese a la oscuridad y el frío, unos 2 grados centígrados, vecinos y allegados, incluidos los bomberos de Örebro, no paran de llegar a Risbergska, situada en las afueras de la localidad, para expresar sus respetos en silencio.
David, de 31 años, y Maria, de 29, se muestran cautos y dicen que aún hay poca información y que es prematuro hablar de los motivos del tiroteo.
Maria precisa que Suecia sufre desde hace años la violencia de bandas, pero el suceso de ayer es «muy único» y aún no se puede relacionar con otros problemas en el país.
Tres escopetas usadas en el tiroteo
El tiroteo comenzó hacia las 12:30 hora local (11:30 GMT) del martes en Risbergska, que forma parte de un complejo educativo para adultos. La Policía cree que el autor se mató a sí mismo de un disparo, aunque no está confirmado.
De acuerdo con Aftonbladet, que cita como fuente documentos municipales, Andersson estuvo inscrito en el Campus Risbergska, la escuela objeto del tiroteo, en varios cursos de matemáticas, que nunca finalizó, la última vez en 2021.
El joven tenía permiso de armas para cuatro escopetas, tres de las cuales usó en el tiroteo, además de un cuchillo, según este medio.
El hecho de contar con licencia permitió a la Policía averiguar su identidad y realizar anoche un operativo en un apartamento en Örebro en donde supuestamente vivía, informó SVT.
Según la versión de Aftonbladet, Andersson llevaba las armas en un estuche para guitarra, se metió en el baño de la escuela para cambiar su ropa por un uniforme militar y empezar a disparar luego, aunque ninguna de estas informaciones ha sido confirmada por la Policía.
Alumnos y profesores se refugiaron y fueron alojados en otras escuelas colindantes durante horas hasta que la Policía pudo garantizar la seguridad en el lugar.
El Campus Risbergska permanecerá cerrado el resto de la semana, aunque las otras escuelas municipales han abierto con normalidad, mientras las autoridades locales han habilitado líneas telefónicas y varios centros para quienes necesiten apoyo psicológico.
Las banderas ondean a media asta en señal de duelo en el ayuntamiento de Örebro, el Palacio Real de Estocolmo, el Parlamento y la sede del Gobierno sueco.
«Todos estamos horrorizados y conmocionados. Esto ha pasado en muchos lugares del mundo y ahora ocurre aquí. Debemos intentar comprender este crimen», afirmó hoy al visitar la escuela y hacer una ofrenda floral el rey Carlos XVI Gustavo, acompañado por su esposa, la reina Silvia, y el primer ministro sueco, Ulf Kristersson. EFE