Ciudadanos se organizan ante delincuencia y desconfían del sistema judicial

Ante el aumento de la delincuencia en Cuenca, ciudadanos se organizan ante la delincuencia y desconfían en la justicia. En el barrio La Dolorosa, golpearon a presuntos ladrones antes de su arresto.

Las comunidades de Cuenca, de forma simultánea, han comenzado a organizarse por cuenta propia para combatir la delincuencia, en un contexto de justicia por mano propia.

Existe nerviosismo y temor ante asaltos y otras modalidades de delitos, como las «vacunas» o extorsiones.

Esto ha llevado a los barrios a organizar chats comunitarios para advertir sobre riesgos, establecer sistemas de vigilancia o alarmas comunitarias e, incluso, colocar letreros con la advertencia: “Ladrón cogido será ajusticiado”.

Además, existe desconfianza en el sistema judicial, y los ciudadanos resumen la situación de la siguiente manera: “Hoy los detienen y mañana ya están libres”.

Una de las reacciones recientes de los ciudadanos se produjo la noche del 4 de febrero en el barrio La Dolorosa, ubicado en el Camino Viejo a Baños. Varios moradores salieron de sus domicilios con el propósito de capturar a quienes apuñalaron a un joven para robarle una bicicleta.

Los vecinos localizaron la vivienda donde se refugiaban los implicados y se reunieron con la intención de hacer justicia por mano propia.

Ante los hechos, personal de la Policía Nacional acudió al lugar y, con amplio resguardo, retiró del sitio a tres presuntos delincuentes para que afronten el respectivo proceso judicial. Sin embargo, una multitud de ciudadanos aprovechó unos segundos para propinar una paliza a los aprehendidos.

Uno de los habitantes expresó: “Les vamos a dejar muy claro que no vamos a permitir que ingresen mafias porque los vamos a linchar”.

Los ciudadanos señalaron que los acusados de robo y agresión con arma blanca habían estado viviendo en la zona y ahora piden que abandonen el barrio.

“Nuestros hijos no pueden andar con una bicicleta, teléfono ni nada… porque son víctimas de asaltantes que actúan a mano armada”, reclaman.

Los habitantes expresaron su indignación, pues el joven que fue apuñalado durante el robo es menor de edad.

Asimismo, recalcaron su desconfianza en el sistema de justicia, ya que, por lo general, los detenidos por delitos recuperan la libertad pocas horas después, amparados en normas jurídicas o medidas sustitutivas.

Presumen que los localizados y acusados de delincuencia están implicados en otros delitos ocurridos en el sur de la urbe, como en la avenida Ricardo Durán y la avenida De Las Américas, zona de acceso a la parroquia Baños.

Los moradores del barrio La Dolorosa explican que, a pocas cuadras, existe una Unidad de Policía Comunitaria (UPC), pero la respuesta de los efectivos del orden ante emergencias es tardía o, en algunos casos, ni siquiera acuden a los llamados ciudadanos.

Reclamos luego de trágico accidente en Cumbe

Otro caso de desconfianza en el sistema de justicia ocurrió en el sector San Francisco de la parroquia Cumbe, al sur de la ciudad de Cuenca.

Allí se registró un accidente de tránsito que involucró a un camión que, por circunstancias aún no determinadas, se impactó contra la parte posterior de una camioneta y otro vehículo particular.

Como resultado trágico, una persona falleció y otras tres resultaron heridas. La emergencia se produjo alrededor de las 16:30 del pasado 4 de febrero, sobre la vía Cuenca-Loja.

De acuerdo con un video captado por una cámara de seguridad, el camión, por circunstancias aún desconocidas, se estrelló contra los vehículos que estaban estacionados y, en su trayecto, arrolló a cuatro ciudadanos que permanecían en un costado de la calzada. Una de las víctimas falleció debido a la gravedad de sus heridas.

Por su parte, los habitantes retuvieron al conductor del camión y lo entregaron a los agentes de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) para el respectivo procedimiento judicial.

Sin embargo, la multitud exigió que en el lugar de los hechos se realizara la prueba de alcoholemia, ante la sospecha de que el conductor quedara en libertad y el caso quedara en la impunidad.

Hubo demoras, ya que los vigilantes de la CTE no contaban con el respectivo alcoholímetro y tuvieron que esperar más de cuatro horas hasta que otros uniformados llegaron con el artefacto para determinar si el conductor había consumido licor. Finalmente, la prueba de alcoholemia resultó negativa.

Las circunstancias del accidente se mantienen en proceso de investigación.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba