Ahora que el ambiente viciado de odio ha bajado las aguas, las redes se inundan de corazones y mensajes de amor, tips para mejorar las relaciones con la pareja o trucos para conquistar al amor de su vida, que obviamente varios políticos deberían ponerlos en práctica.
En ese mismo nivel, vemos como se han romantizado las desgracias sociales y económicas en las que vivimos en el país, se habla de la pobreza como una prueba de Dios, del sacrificio de las madres como el amor más puro, de la entrega al trabajo que dignifica, y de poner el hombro frente a la ineficiencia del Estado porque así salimos de la miseria, y la lista continua.
En pocas palabras se está romantizando la precariedad, la miseria, el dolor, la explotación laboral, el sacrificio, la violencia, vieja estrategia de la iglesia católica para justificar el poder de las clases dominantes, que hoy es usada por quienes tienen el poder económico para mantener la bota en el cuello del pueblo, bajo el ideal de que si te rompes trabajando llegarás a ser como quien hoy nos controla. El hermoso sueño del paraíso en la tierra, sin perder de vista de que sólo los pobres entrarán al reino de los cielos. (O)
