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Aurelio Maldonado Aguilar

Los resultados oficiales de las elecciones nos aproximan a una bipolaridad de fuerzas políticas en la sociedad ecuatoriana (salvo que exista fraude como aseguran) y contraponen peligrosamente a dos frentes irreconciliables y que van siendo ya agresivos, cada uno en sus criterios y fundamentos. Estamos en un momento tan difícil y peligroso, como el que pasó la república en la época de conservadores y liberales. Catorce machetazos y seis balazos terminaron con la vida de Gabriel García Moreno, quien en sus estertores de muerte balbuceo agonizante “Dios no muere” cosa dudosa en la historia, pues nadie lo escuchó hablar de Dios mientras se defendía con su bastón y sus insultos ante los victimarios. “Mi pluma lo mató” es en cambio la celebra frase de Juan Montalvo, que, con sus violencias verbales, escritas y libelos, incitó al martirio.

Hoy, dos fracciones claras, la una empresarios, profesionales y gente que razona en base de pruebas irrefutables, que demuestran la corrupción más espantosa de la que llaman “década saqueada” del correísmo y demuestran sin velos oscuros, que la enorme mayoría de sus coidearios, son prófugos, empezando por el cabecilla o están sentenciados y juzgados por sus delitos. Todo este polo inmenso, mitad como lo decimos de la política ecuatoriana, apunta sus lanzas en muchos aspectos, todos ellos de putrefacción indescifrable, desde sobreprecios, coimas millonarias y lo más grave de todo, habernos convertido con sus políticas, en un narco estado difícil de controlar por sus intrincados ramajes incluso internacionales.

El otro bando, si se puede llamar así, población especialmente costeña y de un grupo importante de idealistas del socialismo del siglo 21 que lo llaman y que tienen claros réditos o también ideales que comulgan con Cuba y Venezuela y que idolatran a sus líderes con quienes se juntan a recibir órdenes en México, país vergonzosamente cómplice,  viajando en primera clase y no les importa o no ven atracos y dispendios millonarios en obras mal realizados, inconclusas, anti prácticas e invisibles algunas. En el litoral, franja donde más se mueve el narcotráfico con puertos y distribución, donde este ingrato negocio reparte alegre y generosamente sus pingues ganancias entre la sociedad misma de una u otra manera, a quienes no importa el cómo vengan sus dolaritos a su mesa, mientras tengan para vivir.

Se terminó el papel y tengo mucho más que decir, pero estamos bipolarizados, cada grupo con sus razones e ideales. Ecuador camina en una cuerda floja, grave y decisiva, lastimosamente. (O)

Dr. Aurelio Maldonado

Médico otorrinolaringólogo. Profesor universitario. Presidente de varias instituciones y de Congresos. Escritor.

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