Embalses para asegurar agua y energía

Gonzalo Clavijo Campos

Las anheladas lluvias  en el Azuay, luego del severo estiaje de 150 días (18 de julio al 8 de diciembre 2024), cayeron en diciembre, enero y lo estamos sintiendo con más intensidad ahora con ríos como el Yanuncay y  Tomebamba que ya se desbordan. Los embalses de Mazar con 410 millones de m3 ó 410 Hm3, Chanlud con 17 millones y El Labrado con 6,2 millones están completamente llenos y los excesos salen por los alivios, ya no se aprovechan para energía.

Luego vendrá marzo, abril “aguas mil” y el mayo “hasta que se pudra el sayo”, con mayores volúmenes de agua que no se usan al estar los  embalses repletos. Autoridades de la CELEC expresaron que es necesario contar por lo menos con 100 millones de m3 adicionales, para el estiaje y tener mayores caudales en el Complejo Hidroeléctrico Paute Integral, el más grande del país con 1.756 MW de potencia, equivale al 38% de la demanda de Nacional.

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En estos días el Ministerio de Energía inscribió a dos mega proyectos hidroeléctricos, Cardenillo (596 MW) y Santiago (2.400 MW), en el Registro de Alianzas Público Privadas, con un costo total de $6.042 millones de dólares, pues no se cuentan con recursos propios ni siquiera para limpiar las cunetas de la red vial primaria y los deslizamientos se produjeron con las primeras lluvias en la abandonada Girón-Pasaje y la Cuenca-Molleturo-El Empalme.

Lo correcto sería aprovechar la infraestructura hidroeléctrica que ya se tiene, con el cuidado de las cuencas y la construcción de nuevos embalses: El Quingoyacu con 21 millones de m3, proyecto Soldados-Yanuncay, la regulación de varias lagunas del Cajas anunciada por el Señor Alcalde, para albergar 30 millones de m3, en la cuenca del Machángara un  nuevo embalse de 10 millones de m3 y asegurar agua para Cuenca, energía y contribuir con mayores caudales que lleguen al Paute Integral.

En febrero se tienen el arribo de 150 m3/s a Mazar y todos felices, sin embargo en estiaje se reducen hasta 26 m3/s y el gigante se para poco a poco. Por ello apremia cuidar la materia prima, el agua que cae del cielo en estos meses de lluvia, de igual forma que guardábamos nuestros ahorros en alcancías, para utilizarlos en tiempos de necesidades. (O)

Ing. Gonzalo Clavijo

Ingeniero Civil con maestría en Ingeniería Sanitaria y Ambiental. Ha trabajado en el ámbito público en ETAPA, EMAC, Elecaustro y en empresas privadas en proyectos de agua potable, saneamiento y gestión ambiental.

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