Ecuador registra en enero de 2025 el inicio de año más violento de su historia

Masacres por disputas de territorio entre bandas criminales, sicariatos, asaltos que terminan en muertes o balas perdidas que alcanzan a víctimas colaterales son ya parte del diario vivir de Ecuador.

En enero de 2025, los ecuatorianos vivieron el inicio de año más violento de su historia desde que se tienen registros, según fuentes oficiales.

Cifras del Ministerio del Interior, actualizadas en días pasados, señalan que en enero de este año se registraron 781 homicidios, 276 más que los 505 contabilizados en 2024, y 247 más que los 534 de 2023, año en el que Ecuador se situó a la cabeza del índice de muertes violentas de Latinoamérica.

Antes de 2022, cuando se contabilizaron 318 homicidios en enero, la cifra en el primer mes del año no había subido de unos 151, al menos desde 2014.

El número de asesinatos durante el mes pasado en Ecuador también es el más alto desde que el presidente Daniel Noboa, que busca la reelección en la segunda vuelta electoral programada para el próximo 13 de abril en la que se enfrentará a la correísta Luisa González, asumió el poder, a finales de noviembre de 2023.

Estadísticas tras la declaratoria del conflicto armado interno

En diciembre de ese año, que cerraba como el más violento de la historia del país andino con picos de hasta 800 homicidios mensuales, se registraron 756 asesinatos.

La cifra disminuyó a 505 en enero de 2024, tras la declaración del estado de «conflicto armado interno» que decretó Noboa para luchar contra las bandas criminales, señaladas como autoras principales de esta escalada de violencia y que pasaron a ser denominadas por el Gobierno como «terroristas».

Para enfrentar a estos grupos delictivos, dedicados principalmente al narcotráfico, las extorsiones y la minería ilegal, entre otras actividades ilícitas, Noboa decretó una serie de sucesivos estados de excepción para incorporar a las Fuerzas Armadas al combate contra la criminalidad, incluida la militarización de cárceles controladas por estas bandas criminales.

Las estadísticas oficiales señalan que las muertes violentas cayeron a 387 en febrero de 2024, pero los homicidios volvieron poco a poco a subir con el transcurso de los meses hasta pasar los 600 en junio y los 700 en diciembre, pese al estado de excepción que persiste en las provincias con mayor índice delictivo del país.

Con 389 homicidios en enero de 2025, la provincia más afectada por el aumento de la violencia es la costera Guayas, cuya capital es Guayaquil, la ciudad más poblada de Ecuador y donde se encuentra el principal puerto del país usado por las mafias para enviar grandes cantidades de cocaína camufladas en cargamentos de productos de exportación.

Según la Policía, la violencia en Guayaquil, ciudad que lideró la estadística de homicidios en enero pasado con 236, responde a disputas entre bandas «narcodelitivas» por territorios y por las rutas para sacar la droga a través del puerto.

Reorganización de las bandas

Para el presidente Noboa, este incremento de la violencia va más allá de una disputa criminal y toca el ámbito de la política.

En una entrevista a una radio local el 25 de febrero de 2025, el mandatario dijo que el país está viviendo «una guerra» y que en las «últimas seis o siete semanas» se ha registrado «una ofensiva de parte de grupos criminales, de grupos políticos relacionados a grupos criminales».

Por su parte, el ministro de Defensa, Gian Carlo Loffredo, se pronunció tras un operativo de seguridad que lideró la víspera en la provincia costera de Manabí.

«Tenemos información también de que estos grupos armados organizados estarían reorganizándose y reabasteciéndose para un posible incremento de la violencia en el mes de marzo, previa a las elecciones, igual como lo hicieron en el mes de enero», afirmó el ministro.

Este aumento de la violencia llevó a Noboa a realizar cambios en el Ministerio del Interior, cuya titular, Mónica Palencia, era una de sus jefes de cartera más cercanas.

En su lugar asumió el general retirado de la Policía Fausto Buenaño, quien renunció a los seis días, y hoy ocupa esta jefatura de cartera John Reimberg, quien antes dirigía el servicio integrado de seguridad ECU911.

«Hemos hecho ya los cambios en el Bloque de Seguridad, estamos reorganizando el equipo y así mismo estamos movilizando recursos y personal a la zonas donde mayor necesidad y donde mayor disputa hay entre estos grupos terroristas», dijo el mandatario.

Como parte de esa estrategia, en las últimas semanas miles de policías y militares han realizado operativos en varios barrios de algunas ciudades del país y han detenido a presuntos integrantes de organizaciones delictivas dedicadas principalmente al tráfico de drogas, a los asesinatos y a la extorsión. (I)

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