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El Jubileo de la Esperanza, el primer Año Santo ordinario del papa Francisco, continúa su marcha, con miles de fieles que llegan a Roma dispuestos a vivir su experiencia de fe, a pesar de que el pontífice permanece ingresado desde hace 13 días en el hospital debido a problemas respiratorios.
El estado crítico del pontífice y su cuadro clínico complejo, que incluye una neumonía bilateral, una infección polimicrobiana y una insuficiencia renal leve, no ha frenado el flujo de peregrinos que acuden a la Ciudad Eterna para cruzar la Puerta Santa, un acto que solo es posible durante el Jubileo.
Los grupos organizados, diócesis y personas por su cuenta siguen llegando a Roma como estaba previsto y la enfermedad del papa no ha causado cambios en las fechas ni solicitudes de reprogramación, confirmaron a EFE fuentes del Dicasterio para la Evangelización, encargado de la organización del Año Santo.
«Muchos de los grupos que estaban registrados siguen llegando y algunos se detienen incluso en la basílica de San Pedro para rezar por él o en otras iglesias donde se están multiplicando los rosarios y los momentos de oración organizados para estar al lado del Santo Padre», añadieron.
A pesar de su delicado estado de salud, Francisco sigue siendo parte activa del Jubileo, según las mismas fuentes, que apuntaron que el papa escribió la homilía que abrió el pasado domingo la misa con motivo del Jubileo de los Diáconos, que reunió a más de 6.000 clérigos de todo el mundo en Roma.
El Gemelli, punto de peregrinación inesperado
Muchos fieles se acercan estos días al hospital donde está ingresado Francisco para rezar por su salud y dejar velas, flores y dibujos en el altar improvisado a los pies de la estatua de Juan Pablo II, convertido en un lugar inesperado de peregrinación en el año jubilar por la enfermedad del pontífice.
Tras varios días de lluvia en Roma, este miércoles grupos de peregrinos rezaban frente al hospital. Es el caso de una parroquia de Turín (norte) que había organizado un viaje a Roma con motivo del Jubileo e iba a participar en una audiencia con el papa que, dadas las circunstancias, se canceló.
«Hoy debíamos ir al Vaticano a ver al papa, pero en su lugar hemos venido aquí a rezar por él, para que se recupere lo antes posible», dijo a EFE Giovanni, uno de los fieles que participa en el viaje. «Rezamos para que se recupere, pero también para que el sucesor pueda seguir su camino, estar siempre cerca de nosotros, los fieles».
El padre Don Luca, guía espiritual del grupo, explicó que aunque la audiencia fue cancelada, los peregrinos seguirán su camino hacia la Puerta Santa de San Pedro tras su visita al Gemelli. «Queremos decirle al papa: aquí estamos, tú también estás con nosotros, te llevamos en el corazón», afirmó.
A la espera de buenas noticias
Mientras continúan las oraciones por la salud del papa, los fieles esperan con esperanza el momento en que Francisco pueda regresar a casa.
«Todos estamos esperando verlo salir por una ventana, ya sea del hospital o desde la Plaza de San Pedro, para saber que está mejor», señaló el padre Don Luca.
«Para estos peregrinos, que tienen una edad más cercana a la del papa Francisco, él es un compañero de su misma generación, un «nonno» (abuelo) que, a través de su sencillez y sus lecciones de vida, hace el bien a su corazón y al corazón de la iglesia», agregó.
Rosi, una de las miembros del grupo, aseguró que «Italia lo necesita, y no solo Italia, el mundo entero. El papa es un pilar para todos, y nos da fuerza para seguir adelante y para rezar por la paz que tanto deseamos». EFE