Este 27 de febrero se conmemora un año más de la “Batalla del Portete de Tarqui”, entre fuerzas peruanas y grancolombianas, una fecha de grata recordación, sin embargo, es preciso mencionar algunos datos sobre todo para las nuevas generaciones, como una motivación para ser entes productivos en una patria que hoy “sangra” ante el estupor de propios y extraños.
La Batalla del Portete de Tarqui se libró el 27 de febrero de 1829, siendo necesario aclarar que en ese entonces como Ecuador no existía, nuestro territorio era parte de la Gran Colombia. Las tropas grancolombianas estaban al mando de Antonio José de Sucre y Juan José Flores, y las tropas peruanas comandadas por José de Lamar y Agustín Gamarra. Las primeras lograron una victoria táctica sobre las peruanas obligando al repliegue, lo que generó la firma de armisticio en Girón, el 28 de febrero de 1829. A pesar de todo, los conflictos limítrofes continuaron hasta que, en la ciudad de Brasilia, el 26 de octubre de 1998 se firma el acuerdo de paz definitivo.
Son relatos bélicos de 2 pueblos hermanos que no deben vivir de la historia, antes, por el contrario, es mandatorio sumar esfuerzos, voluntades, para salir adelante en un mundo globalizado, competitivo, en donde se imponen potencias mundiales, capitalistas, que buscan seguir dominando a países tercermundistas, aprovechándose desde su capital humano hasta las riquezas naturales, siendo las guerras su vergonzoso negocio.
Saludamos en esta fecha al cantón Girón, augurando mejores días para una población con un alto porcentaje de emigración, además, un fecha que debe ser el incentivo para que sus autoridades dediquen los mayores esfuerzos en su trabajo, y el conglomerado salga del letargo y conformismo que han incidido para que se estacione en su desarrollo, además de que sus habitantes deben motivar y/o exigir a sus autoridades para que cumplen con los ofrecimientos de campaña a sabiendas que son pasajeros del tiempo y responsables del desarrollo.
Hemos de reiterar que no vivamos del pretérito porque: “Un gran error es arruinar el presente, pensando en un pasado que ya no tiene nada de futuro” (O)