Hoy comienza el feriado de Carnaval, aunque las celebraciones ya han iniciado.
Linda es esta fiesta, aquí y en todas las latitudes dónde se la celebra. Ya no es lo que era dicen los mayores y tienen razón, ha cambiado, cómo casi todas las actividades de la vida individual y comunitaria; sin embargo, el juego y los manjares se siguen pareciendo. Quienes participan de forma espontánea o forzados por las circunstancias –han sido empapados- disfrutan “como chancho en lodo”, aunque mucho más si pueden deleitarse con platos preparados con el animal nombrado, como el mote pata, las cascaritas, morcillas, sancocho, fritada, etc.; acompañados, para que no patee, de un buen canelazo, que además cumple la función de abrigar al empapado.
Tiritando, tiritando, se saborean los dulces de higo, durazno, zambo, leche, solos o mejor acompañados de pan de carnaval, que no es cualquier pan, es de carnaval.
Son cuatro días con sus noches y para muchos con las madrugadas, en los que con suerte uno se olvida de la política, las deudas, los ex, los jefes, el trabajo…Lindo. (O)