Cada 22 de marzo, el mundo dedica un día para recordar la importancia de la protección de los recursos hídricos y el acceso al derecho al agua y saneamiento, y cada año ONU Agua, pone énfasis en un tema alrededor de esta temática, con el propósito de generar conciencia. El escogido para 2025 es: “Conservación de los glaciares”.
Y, en el caso ecuatoriano tiene una especial relevancia, a consecuencia de los efectos del cambio climático. Es el caso del glaciar del volcán Carihuairazo, el cual a criterio de los investigadores del INAMHI, podría ser declarado extinto en 2025. Lastimosamente, el mismo destino corre el Iliniza Sur.
Según datos de la aplicación, MapBiomas, se calcula que en las últimas 4 décadas el país ha perdido cerca del 35 % de sus glaciares. La importancia de su conservación radica en el hecho de que su deshielo controlado posibilita el acceso a fuentes de agua para consumo, alimentos, así como para la producción de energía.
No obstante, episodios de deshielos acelerados pueden traer consecuencias para la sostenibilidad de los ecosistemas, así como poner en riesgo a la población debido a desastres naturales como aluviones o inundaciones.
De acuerdo con el informe de riesgos globales – 2025, elaborado por el Foro Económico Mundial, figuran dos situaciones relacionas con el ambiente y los recursos hídricos. Primero, la ocurrencia de eventos meteorológicos extremos, y, segundo, la contaminación del agua, a causa entre otros de PFAS – químicos eternos- (sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas, por sus siglas en inglés).
Mientras que, si miramos los riesgos a nivel nacional, el informe señala que, el Ecuador debe preocuparse acerca de la producción de energía eléctrica, de la cual, un alto porcentaje se vincula con las hidroeléctricas. Esta y otras razones ponen en relevancia al agua como un tema de discusión nacional y obligatorio en la discusión de políticas públicas. (O)
