Durante la gestión del Gobierno del Presidente Noboa, la relación de este con los denominados “Gobiernos Autónomos Descentralizados” (GAD) ha sido generalmente conflictiva y a veces de confrontación.
La razón de fondo de esta relación parece ser el talante poco democrático que, cada vez más, denota el Presidente en algunas de sus expresiones y ejecutorias; pues no sólo que dado algunas muestras de irrespeto a la Constitución y a las leyes, sino que no asimila el hecho de que debe convivir, en el ejercicio del poder público, con autoridades de los GAD Municipales y Provinciales que no pertenecen a su organización política, pues han sido elegidas también democráticamente en representación de otros partidos políticos.
Adicionalmente, las prácticas del Gobierno actual frente a los GAD darían cuenta de un acrecentado afán centralista en el ejercicio del poder estatal, tratando de minimizar las competencias de las Municipalidades y de los Gobiernos Provinciales. Una expresión de esto, en el caso de Cuenca y el Azuay, se dio cuando hace meses el Gobierno central se negó a que el GAD de nuestro cantón y el GAD Provincial asuman el mantenimiento de algunas vías que unen al Azuay con otras provincias; y, cuando hace pocos días, también se negó a que dichos GAD enfrenten con su maquinaria los derrumbes que ocurrieron en la vía Cuenca-Girón-Pasaje.
Por otro lado, en los últimos días se han producido reclamos por parte de los GAD Provinciales y Cantonales, debido a la falta de transferencias de los recursos económicos que, por Ley, debe hacerles el Gobierno Central; una situación que ya es repetitiva y que daría cuenta de un cierto interés político del Gobierno por “premiar” con la entrega de recursos a los GAD que le son afines, y de “castigar” con la demora en esta entrega a los que no lo son. ¿Acaso sería precisamente por este interés qué hace algún tiempo el Presidente veto el proyecto de Ley de la Asamblea, que permitía la transferencia automática de los recursos a los GAD?
Se trataría de una situación no sólo ilegal y antidemocrática, sino que sobre todo perjudicaría a las poblaciones de los Cantones y Provincias; algo que resultaría mucho más penoso para aquellas poblaciones que hoy sufren los estragos de las inundaciones. (O)