“Yerbateras” preservan el saber ancestral en Cuenca

Un grupo de mujeres teje comunidad en el espacio urbano a través del proyecto “Yerbateras”, con siete sanadoras.

En comunidades rurales, la medicina ancestral se ha sido transmitida de generación en generación. En estas zonas, donde las barreras geográficas dificultan el acceso a centros de salud, el conocimiento tradicional y el apoyo espiritual puede marcar la diferencia entre la sanación y el sufrimiento.

Con esta sabiduría, un grupo de mujeres teje comunidad en el espacio urbano a través del proyecto “Yerbateras”, una tienda ubicada en las calles Borrero y Juan Jaramillo. Allí, siete mamas atenderán y compartirán sus conocimientos con quienes buscan alternativas naturales de bienestar.

Johanna Cruz, promotora del proyecto, explica que es una iniciativa interprovincial e intercultural. «Trabajamos con compañeras de Cañar, Saraguro, el Carmen de Jadán y Oña. Queremos reivindicar el saber de las mujeres, porque somos quienes mantenemos viva esta tradición», afirma.

Hace décadas, el término “yerbatera” era considerado un insulto. Sin embargo, este colectivo ha resignificado la palabra y la ha convertido en un símbolo de orgullo. Con tres años de trayectoria, la tienda ha logrado consolidarse y hoy amplía su espacio. El nombre “Yerbateras” está registrado en el Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual (IEPI).

Juana Sisalima, oriunda del Carmen de Adán y miembro de la asociación ‘Hatari Warmi’, ha dedicado 20 años a la medicina ancestral. Entre sus prácticas tradicionales están los baños del 5, del 12, del 30 y del 40 para después del parto. Para las limpias, se utiliza 12 plantas energéticas, entre ellas la ruda, la Santa María y el wantuk.

Visibilizar la medicina ancestral

Esther Contento, originaria de Saraguro, señala la importancia de visibilizar la medicina ancestral en espacios urbanos. «Es un reto unirnos para darle valor a la sanación tradicional. Queremos mostrar que nuestro conocimiento tiene fundamento y validez», expresa.

Investigadora y escritora sobre estos saberes desde hace más de 25 años, Contento subraya que la medicina ancestral no solo trata el cuerpo, sino que concibe la salud de manera integral: física, emocional, energética, espiritual y mental.

«Cuando nuestras abuelas hacen un diagnóstico, consideran a la persona en su totalidad, en relación con la naturaleza», explica.

En este enfoque, algunas enfermedades no pueden medirse con los parámetros de la medicina convencional, pero son reales y tratables. «Curamos afecciones energéticas como el mal de ojo, el mal aire y caído del shungo. También tratamos dolencias físicas como infecciones urinarias, problemas digestivos y gastritis con plantas medicinales», menciona.

Vilma Sumba, de la comunidad Zumbahuayco en Cañar, se ha unido al proyecto con la terapia del par biomagnético. «Esta técnica, descubierta en 1984 por el doctor Isaac Goiz, emplea imanes para equilibrar el pH del cuerpo y tratar desequilibrios», explica.

Ella combina la sabiduría ancestral de su abuela, quien era curandera, con estudios en medicina andina en el instituto Jatun Yachay Wasi de Riobamba.

Atención y costos

El horario de atención en «Yerbateras» es de lunes a viernes de 10:00 a 19:00 y los sábados de 10:00 a 16:00. Entre los servicios que ofrecen están las limpias energéticas (5 dólares), masajes con limpia (10 dólares por medio masaje y 20 dólares por masaje completo) y un paquete que incluye baño, limpia y medio masaje por 30 dólares.

La atención está dirigida tanto a niños como a adultos.

Además, en la tienda se ofrecen productos de higiene y de cosmética natural. «En la ciudad hay interés por estas prácticas y buscamos que más personas se abran a estas formas de sanación», concluye Johanna Cruz, promotora del proyecto.

Las sanadoras atienden también en los mercados los días martes y sábados. Cruz resalta que “Yerbateras” ofrece un espacio para las mamas, que brindan apoyo y cuidado con terapias naturales. (I)

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cuerpos: el espiritual, el energético, el emocional, el mental y el físico se consideran en la Medicina Andina para hacer un diagnóstico a los pacientes.

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Patricia Naula Herembás

Licenciada en Comunicación Social con experiencia en medios tradicionales y digitales. Hace coberturas y en redacción de temáticas de emprendimiento, empresarial, sociedad e interculturalidad.

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