En este mes de marzo, se conmemoran 5 años de ingrata recordación, del inicio de la pandemia causada por el COVID 19, en nuestro país. Esta enfermedad que causó millones de muertes a nivel mundial, a más de la catástrofe social y económica, se inicia a finales de diciembre del 2019, en Wuhan, China, y de allí se expandió rápidamente a todos los países de mundo. En Ecuador se registra el primer caso confirmado el 29 de febrero del 2020, en una mujer de 71 años, procedente de Madrid, España. En el mes de marzo del 20220 se contabilizaron los primeros 177 casos de Covid 19, en nuestro país, detectadas sobre todo en personas provenientes de las provincias del Guayas y de los Ríos, a los que se sumaron posteriormente miles de casos. Por decisión de la organización mundial de la salud (OMS), de poner fin a esta emergencia sanitaria de importancia internacional, Ecuador acoge esta medida y declara terminada esta pandemia el 5 de mayo del 2023. Respecto a este tema existen registrados datos epidemiológicos importantes, por parte del ministerio de salud pública, los mismos que afirman con certeza que en Ecuador se contabilizaron 1 millón 65.013 casos de Covid 19, confirmados por laboratorio, y se produjeron 67.527 defunciones por esta causa. Se afirma también como dato epidemiológico de interés, que nuestra población alcanzó un nivel de vacunación del 85 %, con un esquema completo, equivalente a la aplicación de 14,2 millones de dosis; un 56 % de la población recibió solo un primer refuerzo, lo que equivale a la aplicación de 7.7 millones de dosis. La verdad que el ministerio de salud de ese entonces, que desgraciadamente le tocó afrontar este funesto problema, tuvo un proceso exitoso de inmunizaciones, alcanzando una gran cobertura de vacunación, y consiguiendo un stock suficiente de las mismas., además de propender una gestión apropiada, para afrontar adecuadamente los casos clínicos de Copvid 19, en los diferentes estamentos de salud pública. No hay duda que la pandemia produjo transformaciones definitivas o momentáneas en la población, así como una gran cantidad de cambios estructurales y comportamentales, en los ámbitos síquico, educacionales, sociales, culturales, económicos, etc. Debemos mantener a flote nuestra capacidad de resiliencia y mancomunadamente poner todo nuestro esfuerzo, para salir delante de esta profunda crisis que nos dejó este encierro aterrador. (O)
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