Va camino a sus primeros tres años de vida y es la esperanza de su abuelo Miguel Tenempaguay, de 62 años, de que le pueda tomar la posta como la ‘mascota’ oficial del Deportivo Cuenca.
Por ahora, Emilio Orellana es el ‘Leoncito’, el nuevo personaje que acompaña al ‘Tano’ y al ‘León’ a los partidos de los Camisetas Coloradas.
La mascota es uno de los elementos del Club que ha evolucionado con el tiempo tanto en número como en forma y concepto. Todo empezó en 2009.
Roberto Tenempaguay, sobrino de Miguel, llegó de Estados Unidos y quiso ir al estadio de forma distinta al hincha común.
Tomó prestado la máscara de Hellboy -que tenía su tío en la casa-, la bandera del equipo, se puso la camiseta colorada y fue sensación en los graderíos de la general.
Miguel, oriundo de San Miguel de Porotos, en Azogues, y radicado en Cuenca desde hace más de cuatro décadas, se aficionó de esa iniciativa.
Asumió el rol cuando su familiar regresó a Norteamérica. Así acompañó al Deportivo Cuenca en la final ante Deportivo Quito en el Olímpico Atahualpa.
El personaje que antecedió a la mascota del Cuenca
Para darle un poco más de espectacularidad al personaje, le adaptó unos cachos de toro a la máscara y empezó a alentar al equipo vestido de diablo.
En principio el personaje no tenía permitido ingresar al campo de juego. Se ubicaba en la General junto a la barra Crónica Roja.
Cuando obtuvo el permiso con apoyo de Pedro Peña, gerente deportivo, Miguel no pudo hacer ese ingreso histórico por un asunto personal.
Su amigo Manuel Barrera aceptó el reto y por primera vez, en 2010, el primer equipo profesional ingresaba a la cancha acompañado de un protagonista inusual que impulsaría el nacimiento de la mascota del Club.
En la sociedad cuencana, muy conservadora en el ámbito religioso, no todos aceptaron al diablo.
“Algunos decían que no lo querían por ser un ser maligno, pero nosotros más lo hacíamos por vivir la fiesta deportiva y, como se dice, por hacerle al goce”, indica Barrera, también oriundo de San Miguel de Porotos.
Para evitar la discordia y malos entendidos, Tenempaguay tomó uno de los elementos característicos del escudo del Club y mandó a elaborar un disfraz de león, convirtiéndose en la primera mascota oficial del equipo.
Nacimiento del ‘Tano’ en Bodas de Oro
En 2021, por las Bodas de Oro del Deportivo Cuenca, el departamento de marketing hizo la presentación de ‘Tano’, un león más caricaturizado pensado en la nueva generación de hinchas.
El traje elaborado de esponja lo entregaron a Tenempaguay. Por la rigidez del material y para tener mayor flexibilidad lo mandó a confeccionar de plumón.
El disfraz del ‘León’ ahora lo viste Miguel Barrera, hijo de Manuel. Tiene 16 años. “Mi papá me inspiró a vestirme de león. De pequeño siempre me llevaba al estadio”.
En agosto de 2024, en el cotejo que terminó perdiendo el Cuenca contra Orense (1-2) de local, el estudiante de la Unidad Educativa La Inmaculada vio al león y le preguntó al papá si algún día también podría hacer lo mismo.
La oportunidad se le presentó 15 días después. Tenempaguay tuvo que salir de la ciudad y encargó el disfraz a su amigo Manuel, quien sin dudarlo cumplió el sueño de su hijo en el partido contra Macará que fue favorable para los morlacos por 3-1.
“Me daba un poco de vergüenza salir a la cancha, pero lo que más me emocionó fue ver a los jugadores, salir con ellos fue una experiencia muy buena. También fue emocionante cuando todos me pedían fotos y veía a los niños sonreír… Nadie sabía que era yo, todos pensaban que era don Miguelito”.
Desde entonces, Barrera se transforma en ‘León’ y Tenempaguay en ‘Tano’. Este año la familia creció con ‘Leoncito’, siendo el primer club ecuatoriano en tener una triple mascota, símbolo, a la vez, de las familias que van al estadio a apoyar al club de sus amores.
La pasión detrás del disfraz
“Esperemos que el joven Miguel tome la posta junto a mi nieto”, dice contento Tenempaguay y añade que para llevar el traje de la mascota oficial del Club se debe tener pasión por el equipo, clave para sentirse a gusto con el personaje.
“Uno hace esto por pasión al equipo. A veces me han preguntado si cobro algún centavo por vestirme y apoyar. En realidad, no recibimos nada ni lo hacemos por una retribución económica”, resalta Tenempaguay.
La mayor satisfacción de las mascotas es acompañar al equipo en las buenas y mucho más en las malas.
Su recompensa sería una victoria, pero son conscientes que no siempre es posible. Como se dice en el argot popular: esto es fútbol y cualquier cosa puede pasar.
Detalles de las mascotas
- El ‘Tano’ este año estuvo en la gala de premiación de la LigaPro, en Quito. Fue uno de los nominados a Mejor Mascota de 2024, distinción que fue favorable para ‘Bananerito’, del Orense SC.
- Tenempaguay, ingeniero en Informática y presidente del Club A Correr Cuenca, intenta no fallarle al equipo cuando juega de local. Los fines de semana que le permite su trabajo, le acompaña al equipo fuera de la ciudad.
- María Tenempaguay, de 69 años y hermana de Miguel, ayuda a vestir a las mascotas. “Luego me voy a sentar para aplaudirle al equipo y cuando pierde, me muero de rabia (sonría)”.
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