El artista cuencano Diego Muñoz presenta «Carajo», una muestra que interpreta los estados culturales del Ecuador a través de escenas populares llenas de color, alegorías e ilustraciones que evocan la cotidianidad y las tradiciones.
La inauguración tendrá lugar este 20 de marzo de 2025 a las 19:00 en el Museo Pumapungo y la exhibición permanecerá abierta hasta mayo.
Inspirado en la pintura de Joaquín Pinto, Muñoz reinterpreta una de sus icónicas obras en la que representa una cara rodeada de ajos, pero en su versión actualizada, coloca a una mujer indígena en el centro de la composición.
«Ahora las mujeres tienen una mayor participación en la sociedad, son un eje de lucha y construcción comunitaria. Con esta obra quiero reflejar esa evolución y resignificar la cultura ecuatoriana desde una perspectiva más amplia», explica el artista Diego Muñoz.
20 cuadros
La exposición está compuesta por 20 cuadros, elaborados con óleo y acrílico sobre lienzo, cubiertos con resina para resaltar la intensidad de los colores. La paleta fosforescente, característica del artista, aporta una energía especial a la muestra, reforzando el impacto visual de cada pieza.
Muñoz ha trabajado en este proyecto desde 2024, enfrentando desafíos para exponer su obra en espacios culturales.
«Ha sido difícil abrirse camino, pero es fundamental mostrar mi trabajo en mi ciudad. Después de exponer en Guayaquil, he esperado un año para traer ‘Carajo’ a Cuenca», comenta el artista.
Además, planea llevar la muestra a otras ciudades del país como Quito y Riobamba, y posteriormente expandirla a nivel internacional.
El curador de la exposición, Julio César Abad Vidal, destaca la capacidad de Muñoz para fusionar las prácticas artísticas contemporáneas con las populares sin caer en superficialidades.
«Su obra desafía el gusto y los convencionalismos, exponiendo la hipocresía y la miseria con un cromatismo cálido que, paradójicamente, ofrece consuelo», señala Abad.
El artista Diego Muñoz recoge en «Carajo» un sentimiento de dolor y lucha, en la línea de los gestos expresivos de Eduardo Kingman o los relatos de César Dávila Andrade. A través de sus composiciones, el artista advierte sobre la progresiva deshumanización de la sociedad y la necesidad de preservar la dignidad humana. (PNH)-(I)
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