Es de esperar que, en el futuro las catástrofes producidas por el cambio climático tengan consecuencias aún más graves. Numerosos científicos creen que nuestro planeta se ha vuelto un lugar peligroso debido a los cambios climáticos producidos por esta sociedad consumista, que ha provocado una acelerada contaminación en la atmosfera y océanos; cambios irreversibles, aumentando la frecuencia de los desastres naturales. Así, nos estaremos enfrentando a nuevos riesgos climáticos y a la posibilidad de sufrir mayores pérdidas humanas y económicas en todo el mundo.
Para entender hasta qué punto las acciones humanas, están incidiendo en la frecuencia y gravedad de las catástrofes naturales, como las tormentas, dado que en el trópico recibe la mayor parte del calor solar, la diferencia de temperaturas resultante pone la atmosfera en movimiento; y, la distribución desigual del calor procedente del sol, contribuye a la formación de corrientes oceánicas que transfieren la energía a regiones más frías. Así pues, la rotación diaria del planeta hace que esa masa de aire húmedo en continua circulación forme remolinos, que a veces se transforman en depresiones, o zonas de baja presión atmosférica; que a su vez se convierten en tormentas…
De este modo, las tormentas actúan como gigantescos intercambiadores de calor que contribuyen a modelar el clima. Cuando la temperatura de la capa superior del océano, la «sala de calderas» supera los 27°C las tormentas tropicales adquieren tanta energía que se convierten en ciclones, huracanes…
Lamentablemente la crisis puede sobrevenir porque, en el mundo los recursos naturales se van agotando. Si no se modifica el modo de vida, que provoca la crisis climática será inevitable los desastres naturales. (O)