
En Ecuador, alrededor de 66.538 personas sufren discapacidad auditiva. De este grupo, el 35,68 % son adultos mayores de 65 años en adelante, según los datos del Consejo Nacional para la Igualdad de Discapacidades (CONADIS).
Marcela Loaiza, audióloga del centro «Audición para Todos», señala que es importante comprender las causas subyacentes de esta condición.
“La principal causa de la pérdida auditiva en adultos mayores es la edad, un fenómeno conocido como presbiacusia, una condición degenerativa natural del oído interno», explicó.
«Esto puede derivar en aislamiento social, depresión e incluso deterioro cognitivo».
También existes factores de riesgo acumulados a lo largo de la vida como:
- Exposición prolongada a ruidos fuertes
- Infecciones del oído
- Enfermedades como diabetes o hipertensión
- Consumo prolongado de antibióticos o medicamentos ototóxicos, que pueden causar daños progresivos en el oído.
- El uso excesivo de audífonos, que puede acelerar el envejecimiento de las células del oído.
Señales
Los primeros signos de la pérdida auditiva incluyen tinnitus (zumbidos en los oídos), dificultad para comprender conversaciones en ambientes ruidosos, mareos, sensación de aislamiento, vértigo y cambios emocionales como inseguridad, depresión y aislamiento.
Esthela López, de 72 años, una un audífono retroauricular desde hace cuatro años. “Al principio creía que los demás hablaban más bajo, pero después me di cuenta de que era yo la que no escuchaba bien», cuenta.
«Dejé de ir a reuniones porque me daba vergüenza pedir que me repitieran las cosas”.
Tras una evaluación auditiva, se le recomendó el uso de un audífono tipo BTE (Behind The Ear).
Diagnóstico
Para diagnosticar la pérdida auditiva, se realizan pruebas como:
- Audiometría, que mide el grado de pérdida
- Timpanometría, que evalúa el funcionamiento del oído medio; y
- Logoaudiometría, que mide la capacidad de comprender el lenguaje hablado.
Según la OMS, la pérdida auditiva se presenta en diferentes grados según la edad: a los 20 años, una persona tiene una audición normal; entre los 40 y los 60 años, la pérdida auditiva puede ser leve a moderada; y a partir de los 90 años, la pérdida auditiva puede ser severa o profunda.
Opciones de tratamiento
El tratamiento varía según la gravedad del caso. Los audífonos son la opción más común para la presbiacusia, aunque no siempre son accesibles económicamente. Pueden ir desde 400 dólares y alcanzar valores de 4.000 a 5.000 dólares, de acuerdo con la marca, la tecnología y la calidad.
La elección del tipo de audífono depende del grado de pérdida auditiva del paciente y de la necesidad de amplificación del sonido.
Entre las opciones están los audífonos intracanales, que se colocan dentro del canal auditivo, y los retroauriculares, que se colocan detrás de la oreja.
Los audífonos retroauriculares se dividen en dos tipos:
- RITE (Receiver In The Ear), que tienen un cable fino que conecta la caja del audífono con el auricular insertado en el conducto auditivo.
- BTE (Behind The Ear), que se colocan detrás de la oreja y se adaptan mediante un molde a medida. Estos últimos son recomendados para pérdidas auditivas de leves a severas.
En casos más severos, se puede considerar el implante coclear, aunque su aplicación en adultos mayores requiere un análisis médico y económico detallado.
Loaiza indica que los audífonos recargables han ganado popularidad debido a la eliminación de la necesidad de cambiar pilas. “Además, han mejorado la reducción de ruido y la funcionalidad para el enmascaramiento del tinnitus, lo que facilita la adaptación de los pacientes”, mencionó.
Prevención y Consejos
El otorrinolaringólogo Jorge Maldonado, señala que, para prevenir la pérdida auditiva, se debe:
- Evitar exposición prolongada a ruidos intensos
- Utilizar protección auditiva en entornos laborales ruidosos
- Tratar infecciones oportunamente.
“Es importante realizar chequeos auditivos periódicos y cuidar la salud general, ya que enfermedades como la diabetes e hipertensión pueden afectar la audición», aseguró.
«El cuidado auditivo es a menudo ignorado, pero tiene un gran impacto en la vida de los adultos mayores”.
Para el especialista, es importante no retrasar el tratamiento de la pérdida auditiva, ya que, cuanto más tiempo pase sin intervención, más difícil será recuperar la capacidad auditiva.
«El sistema auditivo del cerebro comienza a dejar de reconocer los sonidos cuando la audición empeora, lo que dificulta el proceso de adaptación», afirmó.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), más del 5 % de la población mundial (430 millones de personas), requiere rehabilitación para afrontar su pérdida auditiva discapacitante. (I)
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