El lenguaje toponímico local tiene un especial encanto, además de sugerir raíces, contenidos y testimonios culturales, que contribuye a configurar nuestro paisaje sonoro, componente de identidad sostenido en ese dejo sonoro que nos identifica, en cualquier lugar, cuando hablamos. Camino a Jadán hago un recuento de topónimos en el paisaje a manera de inventario: El Molle (planta nativa), huangarcucho (rincón del tambor), El Plateado, San Juanpamba, Tunasloma y Chocarsí, vocablos dotados de un innegable arrobamiento canoro.
Desde Chocarsi, palabra compuesta del quichua chocar=planta y del cañarí si= lugar, (Encalad Vázquez 20040), colina de Nulty, aldea artesanal y Mirador a los valles de Challuabamba y El Descanso con el Pachamama, el Cojitambo y el Abuga al frente: y al otro lado la micro cuenca del rio Jadán, la parroquia homónima y el Aguarongo al fondo y más al Sur Namatepal Macas y Curiloma emergiendo entre la niebla al final del túnel natural que dibuja el río Jadán en su descenso. Desde aquí la carretera desciende entre sigsales, laderas lastrosas y grandes bosques de pinos con puntuales villas a su cobijo, es “La Palmira”, y pienso en la ciudad Patrimonial de Asia Menor, enclavada en el desierto entre pinares; y La Palmira de Chimborazo, desierto menor entre pinares en las faldas del nevado andino, y viene la pregunta ¿por qué “La Palmira” acá?, Fabián Iñiguez Arteaga cuenta, así llamaban a la hacienda de los abuelos, “La Palmera”, los peones quechua hablantes, que no pronunciaban con la e sino con la i, decían “La Palmira”, y así quedó la hacienda primero y el sector después, un hermoso entorno de laderas y pinares serpenteados por una linda carretera asfaltada, lamentablemente amenazada a convertirse en basurero.
Los pobladores de los sectores “La Palmira” y “El Progreso”, a los dos lados del río Jadán, se organizan para cuidar la carretera y su entorno boscoso ante la agresión de quienes, amparados en la noche, arrojan residuos de construcción, de latonería, materiales plásticos y todo tipo de basura en sus orillas, cunetas, quebradas y bosques, afeando el entorno y contaminando el ambiente. Se movilizan para identificar a los contraventores y denunciarlos y, sobre todo para conservar su carretera y la integridad estética y sanitaria de su entorno. (O)