Ecuador no estaba listo para violencia criminal similar a México y Colombia, dice experto

Ecuador «no ha estado preparado» para enfrentar una violencia del crimen organizado similar a las vistas en México y Colombia, y actualmente tiene desafíos para investigar a las redes criminales y a la vinculación de agentes del Estado en delitos, además de para tratar a las víctimas de violaciones a derechos humanos, según afirmó Carlos Martín Beristain, investigador español de este tipo de violaciones en América Latina y otras partes del mundo.

En una entrevista con EFE, Martín Beristain señaló que lo que está pasando en Ecuador con la violencia se parece a lo que ya se ha visto en países como Colombia y México, en donde hay unas «nuevas formas de criminalidad» en las que participan «grupos de delincuencia organizada, muchos ligados al narcotráfico, junto con funcionarios o sectores del Estado».

«Y las respuestas a veces frente a esas formas de criminalidad conllevan también violaciones de derechos humanos», resaltó el médico y psicólogo.

Aunque si bien la magnitud de los casos denunciados durante el «conflicto armado interno» que el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, declaró hace ya más de un año para luchar contra las bandas criminales no se compara con los otros dos países, el experto aseguró que ya se están empezando a ver similitudes en los fenómenos.

«En México, a partir de la declaración de la guerra contra el narcotráfico, se desató una ola de violencia que llega hasta la actualidad. Y algunas de esas cosas se están empezando a ver en Ecuador», mencionó Martín Beristain.

«Hay patrones de cómo se llevan a cabo esas violaciones, el impacto del miedo en la población, el control territorial de ciertas organizaciones. Todo eso se parece», agregó.

La diferencia, según anotó el experto, es que en otros lugares se han empezado a diseñar estrategias para intentar enfrentar a esta situación, pero en Ecuador eso no se ve.

«Hay que tener metodologías de investigación criminal diferentes, que pasen por cómo se hace una investigación de redes criminales, no de hechos concretos aislados y cómo se trabaja con las víctimas», señaló el especialista.

Desarticular «el horror a gran escala»

Martín Beristain, que fue parte de la Comisión de la Verdad de Colombia, asesoró a las de Perú, Paraguay y Ecuador, e investigó el caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa (México), aseguró que el mayor desafío al que se enfrentan los países es desmantelar los mecanismos que hacen posible «el horror a gran escala», es decir, las violaciones de derechos humanos en complicidad con agentes del Estado.

«Lo que hace que la violencia se mantenga durante muchos años no es solamente que la delincuencia organizada tenga un mercado o que tenga armas, sino que las condiciones de penetración en el aparato del Estado son las que permiten que eso se mantenga», mencionó.

Y aseguró que es necesario que los gobiernos tengan el valor de enfrentar estos casos, «de dar una salida que ayude a mostrar que el Estado no es cómplice, que lo que va a primar es el comportamiento ético y que el ligado a la corrupción no se permite».

El experto dijo que otra de las claves para llegar a la verdad en casos en los que policías o militares están presuntamente involucrados, como el de los cuatro menores afroecuatorianos desaparecidos y asesinados en la ciudad de Guayaquil, es que la Justicia actúe con independencia. «La impunidad o la mentira no son el horizonte para un país ni para las víctimas», señaló.

«La responsabilidad del Estado es frente a la población y a las víctimas de hechos traumáticos de violencia y violaciones de derechos humanos, independientemente de quién sea el autor», mencionó.

Instaurar comisión de la verdad puede ser «útil»

Según el Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CDH), la Fiscalía de Ecuador registra más de 15 denuncias por ejecuciones extrajudiciales desde el inicio del «conflicto armado interno», 83 investigaciones por tortura, 223 por extralimitación en el uso de la fuerza y ocho de desaparición forzada, aunque el organismo cree que son más.

Martín Beristain dijo que la experiencia de otros países demuestra que estos conflictos internos duran mucho tiempo, y que, en el intento de conocer cómo se dieron las violaciones, implementar una comisión de la verdad puede ser muy útil.

«Las comisiones no son un sustituto la Justicia, pero son una herramienta muy importante para enfrentar situaciones de violaciones masivas que se dan en determinado período», mencionó.

Y dijo que las «llamadas nuevas guerras contra el narcotráfico, que generan nuevas violaciones de derechos humanos, a veces se han convertido en la propia materia que hay que investigar». EFE

CMV

Licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación Social y Diplomado en Medio Impresos Experiencia como periodista y editora de suplementos. Es editora digital.

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