La escalada imparable de la deuda 

​La trayectoria ascendente de la deuda pública en Ecuador plantea desafíos significativos para la estabilidad económica y el bienestar de su población. Es imperativo que el próximo gobierno y su equipo implementen políticas fiscales responsables, fomenten la transparencia en la gestión de recursos y promuevan un crecimiento económico sostenible. La deuda pública de Ecuador ha experimentado un crecimiento sostenido en los últimos años, planteando interrogantes sobre su sostenibilidad y las implicaciones para la economía nacional. Al cierre de 2024, la deuda pública agregada alcanzó los 85.264 millones de dólares, representando el 50,58% del Producto Interno Bruto (PIB) del país, reflejando una tendencia preocupante que merece un análisis detallado. ​Del total de la deuda pública en 2024, 48.141 millones de dólares corresponden a deuda externa, mientras que 13.287 millones de dólares son deuda interna. En comparación con diciembre de 2023, la deuda pública aumentó en 1.004 millones de dólares. 

Aunque la relación deuda/PIB mostró una ligera disminución del 51,23% en 2023 al 50,58% en 2024, el monto absoluto de la deuda sigue en ascenso. Para el año 2025, el gobierno ecuatoriano enfrenta pagos por 8.877 millones de dólares destinados a intereses y amortizaciones de la deuda pública. De este total, 3.369 millones de dólares corresponden a amortizaciones de deuda externa, con 2.512 millones dirigidos a organismos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR). 

A pesar de algunas iniciativas, la sostenibilidad de la deuda ecuatoriana sigue siendo motivo de preocupación. La constante necesidad de financiamiento para cubrir déficits fiscales y el creciente peso de los pagos de deuda limitan la capacidad del Estado para invertir en áreas clave como infraestructura y programas sociales. Analistasadvierten que, sin medidas correctivas, el país podría enfrentar una crisis fiscal más profunda, ya que el servicio de la deuda consume recursos esenciales para el desarrollo nacional. ​En conclusión, las próximas elecciones definirán el rumbo económico de Ecuador. Mientras un gobierno podría priorizar ajustes fiscales y acuerdos internacionales para refinanciar la deuda, otro podría enfocarse en mayor gasto social y financiamiento externo. Sin una estrategia sostenible, el país corre el riesgo de profundizar su crisis fiscal y comprometer su desarrollo a largo plazo. (O)

CMV

Licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación Social y Diplomado en Medio Impresos Experiencia como periodista y editora de suplementos. Es editora digital.

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