Teresa, la de Calcuta

   Un día la monja católica, apostólica, romana, Agnes Gonxhe Bojaxhiu, partió de su nativa Albania a India, en ese tiempo, totalmente hinduista, con concepciones religiosas ancestrales tajantes y más o menos en antagonismo con Occidente profundamente jesucristiano. Decidió llamarse Teresa y, en Calcuta, ciudad de las más deprimidas y pobres, creó una misión de atención y auxilio; la idea era socorrer y consolar a los necesitados, pobres, infectados, sin comida ni cama, independiente de su fe. Así paso muchos años, lo que quedaba de su juventud y bien entrada la adultez.

   En Europa, enterados por fin de la supuesta labor apostolada, le dieron el Premio Nobel de la Paz en 1979, que el mundo, acostumbrado a ver casi con ira cómo políticos desleales y gente sin merecimiento lo recibía, aclamó. Acogió la nominación y el premio económico, casi a regañadientes, pues no se sentía merecedora y desde los sitios más distantes comenzó a llegar más ayuda financiera “para la monjita buena” que ya empezaban a llamar “santa en vida”, consagración que el papado le dio, violando normas y leyes estrictas, pocos años después de fallecida.

   Hasta allí lo más que trivial. Después se supo desconocido el uso que dio a tanto dinero que constante y frecuentemente llegaba. Atendía preferentemente a personas que practicaban el jesucristianismo y después a los demás –si había tiempo y voluntad– y la sede de auxilio sanitario la definió un humilde usuario más como “centro de tortura o muerte”. No había aseo ni condiciones sanitarias siquiera mínimas o aceptables, en un tiempo en que el sida pululaba y el cólera y más enfermedades habían llegado al tope de la cronicidad. Será por esto que la madre Teresa de Calcuta, siempre se hacía atender, pero no en su fundación, si no en clínicas privadas, modernas y lujosas, con pago aparte. A enfermos muy dolientes les decía frases hirientes y crueles: “Lindo verlos así, parecen a nuestro Señor en la cruz”. Esto es poco para tantas cosas feas que se ha sabido de ella incluso cuando aún vivía. (O)

CMV

Licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación Social y Diplomado en Medio Impresos Experiencia como periodista y editora de suplementos. Es editora digital.

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