Nuestro lenguaje en la cotidianidad es abundante de refranes: “dichos tradicionales graciosos u oportunos, que expresan una afirmación, una advertencia o un consejo, y que a veces contiene una rima”, como: “Abril aguas mil” que, recordarlo ahora, cae “como anillo al dedo”, cuando iniciamos el mes de las grandes lluvias. Esta sabia sentencia popular encierra muchas enseñanzas puesto que recoge una sabiduría ancestral, propia de sociedades agrarias, transmitidas oralmente.
Producto del hibridismo cultural que enriquece nuestro lenguaje, este refrán parece forjarse en el centro de España y especialmente en Castilla, región que suele recibir abundantes precipitaciones en el mes de abril, recibidas como un acontecimiento festivo por sus bondades en los cultivos del campo, impresión emotiva que también es sentida en nuestro medio porque, lluvia en los cerros y páramos crecerán los caudales de nuestros ríos recién afectados por uno de los peores estiajes que nos ofreció el paisaje sobrecogedor de lechos de piedras; llenan represas y reservorios que garantizan el funcionamiento de las hidroeléctricas y el abastecimiento de líquido vital durante todo el año; lluvia en el campo garantiza la producción de la chacra, frutales y huertos que se traduce en abundancia en los mercados; en los centros urbanos ayudan a sanear el ambiente de polvo, humo, cenizas y más contaminantes ambientales, beneficios y bondades de las lluvias que a veces son minimizadas por el miedo a las crecientes, desbordamientos, inundaciones y derrumbes que cierran vías e interrumpen el tráfico y la movilización interprovincial, olvidando que éstos fenómenos son previsibles con una adecuada planificación urbana y rural, mantenimiento vial e implementación de planes de contingencia..
Como todo en la vida es variable, también son las lluvias de abril: Si bien es cierto que abril es el mes de las grandes lluvias y llueve más que en otros meses, también es cierto que no llueve todos los días del mes y que unos abriles son más lluviosos que otros. El refrán tiene variaciones: “abril aguas mil y todos en un barril”. “El invierno no ha pasado mientras abril no es terminado”. El poeta sevillano Antonio Machado escribe: “Son de abril las aguas mil. / Sopla el viento achubascado, / entre nublado y nublado/ hay trozos de cielo añil. / Agua y sol. El iris brilla”. (O)