En nuestro caso, la realidad de la política la encontramos en el proceso vivido desde la misma fundación de la República que en nada puede decirse sea diferente a la historia del poder que se presenta con sus conflictos de intereses, demagogia, anarquía y autoritarismo, en el contexto de las guerras como el recurso de los afanes imperialistas, la sedición y los procesos revolucionarios, en fin la secuencia bélica con los cortos tiempos de armonía de un mundo cuajado en agudas contradicciones, por eso no es inusual encontrarnos con la presentación iracunda de la candidata Luisa González de Revolución Ciudadana, que en días pasados desde el inicio del debate presidencial arremetió contra Daniel Noboa candidato de Alianza Democrática con malicia y temeridad a lo que fue respondida con los daños causados al IEES y jubilados en el entorno de la década autoritaria de la que fue partícipe.
Pese a todo, cabe preservar el valor de un nuevo camino dentro del Estado de Derecho y que decanta la experiencia para superar las formas negativas de la conducta humana.
Superando la provocación de esa candidata que además acordó con PK una alianza de contradicciones nefastas para la gobernabilidad y la economía, Daniel Noboa, mantuvo en ese debate la tranquilidad con el necesario dominio de su ánimo y sin caer en la provocación y la ofensa, con entereza y lógica, al poner en evidencia la ruindad de atentar por el lado familiar la dignidad de su vida íntima, procedió a puntualizar sus propuestas de orden económico, trabajo, inversión productiva, seguridad jurídica, sanción al delito y al crimen organizado. En una proyección de las gestiones positivas de su posible nuevo gobierno ha profundizado las relaciones internacionales del Ecuador en un prometedor proceso de ampliación de mercados.
El 13 de abril definiremos el camino: la violencia autoritaria o la paz creadora. (O)
