Garantizar un ambiente laboral seguro es un pilar fundamental para el desarrollo de cualquier empresa y el bienestar de sus colaboradores. La seguridad y la salud en el trabajo no solo permiten reducir accidentes y enfermedades ocupacionales, sino que también fortalecen la productividad, el compromiso y la estabilidad dentro de una organización.
En Ecuador, la necesidad de reforzar la seguridad laboral es cada vez más urgente. En 2023, el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) registró más de 20,000 accidentes laborales, y sólo en los primeros cuatro meses de 2024, se reportaron 5,282 incidentes, lo que representa un aumento del 17 % en comparación con el mismo período del año anterior. A pesar de esta realidad, solo el 40 % de las empresas en el país cuenta con un programa integral de seguridad y salud ocupacional, dejando a una gran parte de los trabajadores en riesgo.
Los sectores más afectados incluyen la industria manufacturera (18% de los accidentes), el comercio (16 %) y los servicios (11 %). Además, los trabajadores de la construcción enfrentan peligros constantes como caídas, golpes, fracturas y quemaduras, mientras que industrias como la agricultura, la ganadería, la administración pública y los servicios de salud también registran un alto número de incidentes.
A nivel global, cada 28 de abril se conmemora el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, una fecha promovida por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) con el objetivo de generar conciencia sobre la importancia de prevenir accidentes y enfermedades relacionadas con el entorno laboral. Esta jornada busca incentivar a empleadores y trabajadores a adoptar medidas de protección efectivas, garantizando condiciones dignas y seguras en cada espacio de trabajo.
En el marco de esta conmemoración, es fundamental que las empresas implementen estrategias efectivas para proteger a sus colaboradores de accidentes laborales. A continuación, María Augusta Lucio, Gerente de Desarrollo de Negocios de Seguros Alianza presenta cinco formas clave para lograrlo:
1. Promover una cultura de seguridad integral
La seguridad laboral no debe verse sólo como un conjunto de normas, sino como un valor esencial dentro de la organización. Esto implica que la alta dirección asuma un rol activo en la prevención de riesgos y que todos los colaboradores sean parte de la construcción de un entorno seguro. Desde reuniones periódicas sobre seguridad hasta incentivos para quienes promuevan buenas prácticas, todo suma para consolidar una cultura de prevención.
2. Capacitación continua y simulacros de emergencia
Los accidentes pueden prevenirse si los empleados cuentan con la información y las herramientas adecuadas. Es clave brindar capacitaciones regulares sobre el uso seguro de equipos, primeros auxilios y planes de evacuación. Complementar esta formación con simulacros de emergencia permite a los colaboradores actuar con rapidez y eficacia en situaciones críticas.
3. Evaluación de riesgos y adaptación del entorno de trabajo
Cada puesto de trabajo presenta desafíos únicos en términos de seguridad. Las empresas deben realizar auditorías periódicas para identificar posibles riesgos y adaptar el entorno de trabajo en función de las necesidades de los colaboradores. Esto incluye desde la señalización de zonas peligrosas hasta la implementación de equipos de protección adecuados para cada actividad.
4. Uso de tecnología y monitoreo de condiciones laborales
La digitalización y el uso de tecnologías avanzadas pueden ser aliados clave en la prevención de accidentes. Dispositivos como sensores de fatiga para conductores, aplicaciones que reportan riesgos en tiempo real y software de gestión de seguridad laboral pueden marcar la diferencia en la prevención de incidentes. Además, mantener un monitoreo constante de las condiciones laborales permite hacer ajustes antes de que ocurra un accidente.
5. Protección financiera con seguros empresariales y de accidentes personales
Si bien la prevención es la base de la seguridad laboral, contar con un seguro adecuado es fundamental para mitigar el impacto de un accidente. Los seguros de accidentes personales cubren muerte accidental, invalidez total y permanente, desmembración y gastos médicos derivados de un accidente, proporcionando compensación económica y acceso a atención médica para los empleados afectados. Esto garantiza el bienestar de los trabajadores y asegura que reciban el respaldo necesario en caso de siniestros.
Por otro lado, los seguros de responsabilidad civil empresarial cubren los costos asociados con daños a terceros, ya sea a personas o propiedades, durante las actividades de la empresa. Además, incluyen la cobertura de gastos legales en caso de demandas. Estos seguros protegen a la empresa de pérdidas financieras, asegurando su cumplimiento legal y protegiendo su reputación frente a riesgos inesperados.
«Prevenir accidentes laborales es una inversión en el bienestar de los colaboradores y en la estabilidad de la empresa. Complementar la prevención con seguros adecuados no solo protege a los empleados, sino que también brinda tranquilidad y respaldo financiero a las organizaciones», destaca la representante.
Las empresas que priorizan la seguridad y el bienestar de su equipo no solo cumplen con la normativa vigente, sino que también fortalecen su reputación y mejoran su productividad. La combinación de prevención, tecnología y respaldo asegurador es la clave para un entorno laboral más seguro y eficiente.
