La muerte de los ríos

@andresmartmos

La Organización de Meteorología Mundial y el Foro Económico Mundial, en su último libro blanco sobre: “Catalizar la participación empresarial en los sistemas de alerta temprana”, señalan que, la Tierra experimenta un cambio climático antropogénico, por lo que, los fenómenos meteorológicos se vuelven más extremos, frecuentes y variables.

Mientras que, a nivel local la bipolaridad climática está presente, luego de un largo período de sequía, ahora con lluvias torrenciales que no dan tregua y afectan de manera directa a los ciudadanos, a través de aluviones, inundaciones, entre otros.

Sumado a esto, una variable que se repite es la contaminación de los ríos, pues les dimos la espalda, y los usamos como lugar de depósito de residuos, desechos y vertimientos, así como fuente de explotación de recursos.

Las situaciones se repiten a lo largo y ancho del país, conocidos son los casos de la contaminación por falta de tratamiento de aguas residuales en las principales ciudades del país, de los cuáles incluso se han derivado importantes casos de defensa de estos cuerpos hídricos, como son en el DM de Quito, las sentencia sobre el Monjas y Machángara, respectivamente.

Mientras que, la contaminación a consecuencia de la explotación de minería ilegal en los ríos amazónicos y fronterizos del sur es una constante, lo cual no solo genera un serio problema ambiental, sino que deriva en la posible responsabilidad objetiva del daño.

Y, por último, no se puede olvidar la contaminación de algunos ríos (Estero Caple, río Viche y río Esmeraldas) en la provincia de Esmeraldas, producto del derrame de hidrocarburos, por la rotura del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE), que ocasionó la pérdida de la biodiversidad, así como problemas derivados del acceso al agua para consumo, alimentos, salud, higiene, entre otros.

Ecuador y sus gobernantes tienen un importante reto en la prevención ambiental, y es momento de no darles la espalda a los ríos, pues cumplen diversas funciones ecosistémicas en la naturaleza. Que, como recordó la Corte Constitucional, sus funciones “…permiten y sostienen la vida tanto de la especie humana como de otras especies y de la vegetación”. (O)

Dr. Andrés Martínez

PhD en Estudios Políticos y Constitucionales por la Universidad de Alicante. Jurista de profesión. Director del Instituto de Investigaciones del Colegio de Jurisprudencia de la Universidad San Francisco de Quito.

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