Silencio electoral.
Entonces corresponde no tratar cuestiones propias a las elecciones presidenciales del día domingo, ni en estricto sentido algo que pueda mirarse o entenderse como proselitismo o acción política. Es preferible, quedarse en la (in)acción.
Por ejemplo, conversar o analizar con usted lector, el cuento de George Orwell sobre La Rebelión en la granja, en donde un grupo de animales que vivían y producían para una granja se rebelan contra el dueño de aquella, el Sr. Jones; dando lugar a que Mayor (un cerdo sabio) desarrolle la conciencia y necesidad de reflexionar sobre derrocar al granjero para tomar el control. El discurso sonaba bonito. Pues, los animales miraban con rechazo la soberbia y estrangulación de las libertades que vivían con el granjero. Entonces, a cambio de un plato de comida (o lo que podría ser un sándwich en tiempos recientes), se gobernaba imponiendo un único pensamiento.
Lo que no se veía detrás era que después, Napoleón (otro cerdo) empezó a manipular la información, reprimir a los demás animales y claro, concentrar poder hasta inventarse una forma de pago (moneda) propia. Haciendo que la granja sea una nueva dictadura bajo el discurso de la igualdad y la justicia. Entonces los cerdos -cuenta el Libro- fueron peores que los humanos que dijeron derrocar.
Sigamos. En el Principito hay construcciones literarias en base a filosofía, ironía, alegoría y diálogo socrático simplificado. Por ejemplo, cuando se encuentra el Principito con el Rey. Este le dice al Principito, “acércate para que te vea mejor”. (Normalmente los reyes no pueden ver desde sus tronos e instintos absolutos). Continúa la obra. El Principito, bostezó. “Está prohibido bostezar en presencia de un rey. Te lo prohíbo.”. Luego, el Principito pregunta: “¿Gobierna usted sobre todo el planeta?” El rey respondió: “Soy un monarca universal”.
Quizá, así mismo, para no entrar en materia electoral de mañana, se podría analizar al maravilloso libro: El Quijote y algunos de sus más bellos pasajes literarios cuando en sus largas pláticas entre Alonso Quijano y Sancho, reflexionan: “La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida.”.
Como ve. La humanidad tiene en la literatura maravillas para aprender y reaprender hacia el futuro. Para decidir en el camino en la vida. Mientras tanto, hoy, mutis electoral. (O)