El barrio Galápagos está emplazado en un zona residencial de la parroquia Sucre, en la urbe de Cuenca. Negocios, empresas, emprendimientos y viviendas conviven en una zona que se ha tornado conflictiva por la delincuencia.
El mes anterior se reunieron para terminar la colocación de la alarma comunitaria, una más de las acciones que buscan implementar para erradicar un mal que les aqueja los años recientes.
Margarita Capelo, presidenta del barrio, detalló que se ha instalado la alarma comunitaria, gracias a la gestión con el Consejo de Seguridad Ciudadana (CSC), entidad que además proporcionó personal para capacitar a los vecinos en el uso de la nueva implementación.
Pese a que no ha recibido el apoyo esperado del vecindario, continuará con las acciones para erradicar el mal que los aqueja.
Además, cuenta que la gente de la zona se protege con sistemas de videovigilancia que, en algún momento, aspiran enlazar para garantizar mayor control.
Uno de los negocios más concurridos de la zona es el negocio de doña Rosita Añasco, quien vende productos de primera necesidad y de bazar frente al colegio Antonio Ávila.
Ella lamenta que la delincuencia afecte el buen vivir del vecindario, a tal medida que jóvenes han sido asaltados y viviendas afectadas por robos frecuentes.
Accidentes
Otro de los problemas que afecta el buen vivir del barrio, es la gran cantidad de accidentes que se registran. Las intersecciones de la calle Galápagos con El Oro e Imbabura, son la de mayor conflicto.
Para estos puntos han solicitado la colocación de reductores de velocidad. “Incluso los vehículo han terminado virados”, comentó una de las vecinas.
Entre los vecinos dialogan y recomiendan que, a más de los reductores, se coloque más señalización vertical. Además, se plantean la implementación de cámaras de vigilancia para determinar las causas de los siniestros.
Pese a que algunas de las aceras han sido intervenidas, la mayoría están en mal estado y, sobre todo, son zonas de difícil tránsito para personas con discapacidad. No se cuenta con rampas en las esquinas y algunas tienen más altura de lo establecido.
Arte
Han pasado 32 años desde que en la intersección de las avenidas Unidad Nacional y Remigio Crespo se levantó uno de los monumentos más representativos de la ciudad, Los Totems, o como lo denominó en su momento el escritor y curador de arte cuencano Cristóbal Zapata: los “pilares cósmicos”.
Cercano al barrio, se convierte en uno de los elementos simbólicos de la zona. Con el paso de los años se ha ido desgastando, razón por la que requiere un mantenimiento, pues incluso varias de sus piezas de cerámica ya se han caído.
Este es uno de los escenarios artísticos más antiguos de la urbe que relata la historia de los artesanos locales en alfarería.
Recreación
El parque La Paz es el espacio recreativo más cercano al que acude la gente del barrio Galápagos para distraerse. Hace poco fue renovado, tiene juegos nuevos y caminaras para deportistas. Además, una cancha deportiva.
Una característica que no ha perdido pese al tiempo y la renovación, son sus árboles de gran altura que rodean al parque. (FCS)-(I)
