Para resaltar mejor esta reflexión. Max-Neef creo en forma paralela a la “sociedad de los 1.5 kilovatios” (1.5kWh por hora) de Hans Peter Durr el ECOSON. Este acrónimo expresa la cuota de consumo de energía de un ciudadano que satisface sensatamente sus necesidades básicas sin marginar a nadie. El ecoson es por lo tanto un indicador que se refiere tanto a la disponibilidad de energía como a su justa distribución.
Aplicando este indicador a la población mundial se llega a la no sorprendente conclusión de que los países del primer mundo o industrializados representan una minoría de la población mundial, y consumen demasiados ecosones, mientras que el sur, la mayoría dispone de un modesto porcentaje de ecosones. Este exceso de consumo de los países ricos lo que amenaza seriamente el futuro de un desarrollo sostenible. En este sentido Max-Neef no es un tanto teórico, sino más bien un pensador pragmático, que desea inspirar a la gente sencilla de la periferia a desarrollar la iniciativa propia…
Max-Neef sabe bien que ello no modifica el curso del mundo consumista, pero llega a reflexionar sobre el futuro de la humanidad entre el ocaso y la factibilidad. Como posibilidades se cuentan la desaparición parcial o total de la humanidad como consecuencia de una catástrofe nuclear o ecológica. Pero el verdadero terror es una concretización de ciencia ficción de una sociedad polarizada en la que unos viven, como se observa ya en algunas ciudades latinoamericanas detrás de rejas electrificadas y muros con astillas de vidrio y vigilantes armados, mientras que alrededor, en medio de paisajes inimaginables, los marginados sin empleo caminan…El ecoson lo que busca es un compromiso con el ser humano, los animales y la naturaleza viva… (O)
