De manera sostenida se mantiene en el país, como una desatención en las básicas obligaciones de un estado ausente, que lejos de entender a las observaciones técnicas de este fenómeno. No hicieron nada más los gobernantes anteriores, que invocar a fuerzas sobrenaturales para que la sequía no se presente. Obteniendo prestamos de los excedentes de las empresas estatales, dejando en condiciones difíciles para invertir en las obras indispensables precisamente para incrementar la generación eléctrica, al haberse utilizado sus recursos para gastos corrientes, costando más el remedio que la enfermedad al sufragar costos excesivos en la compra apurada de energía a Colombia.
La ley urgente enviada a la asamblea puede ser mejorada para constituirse en un vehículo favorable para perentoriamente obtener liquidez, sin afectar los negocios ilícitos y la manía de eludir a los impuestos por parte de los contribuyentes más influyentes que se han acostumbrado a la remisión de multas e intereses prácticamente con la llegada de cada nuevo régimen. Por lo que sería necesario encontrar vías idóneas para evitar que se incrementen los atrasos por impuestos, esperando el perdón de los castigos por el incumplimiento, que termina siendo absurdo y perverso para aquellos que de manera correcta aportan a las arcas nacionales. Hay que blindar esta práctica mañosa que aparece engañosamente como tabla de salvación para las cuentas nacionales.
Frente a la situación de tinieblas, inseguridad en las calles, ruegos al presidente de la judicatura que no le haga daño a la justicia, con el concurso para jueces nacionales. Que son temas de fondo para ser enfrentados de manera sostenida, se requieren certezas en las actuaciones de los altos magistrados nacionales. La institucionalidad del país está en veremos, que debería seriamente asumir alguna vez sus roles desde el ejecutivo, legislativo y judicial, para responder a las graves amenazas que se ciernen sobre la ciudadanía. Simplemente hay que concebir que quienes están en sus puestos encargados por los ciudadanos. Deben superar sus aspiraciones personales en favor del ´progreso de la patria y nada más. (O)
