“Yo, estuve allí. Fui parte de quienes se encargaron de dar la comunión a las miles de personas que llegaron al Templete de Miraflores para la eucaristía”. Así recuerda la religiosa Alba Arias, de la Congregación de Madres Oblatas, la visita que realizó hace 40 años el Santo Papa Juan Pablo II (+) a la ciudad de Cuenca.
La religiosa, de 78 años, recuerda que las casas del Centro Histórico tenían en sus balcones las banderas de Cuenca y del Ecuador porque era una disposición de las autoridades municipales de aquel entonces para recibir a quien era la principal autoridad de la iglesia mundial. Familias enteras llegaban de hasta otras provincias de la Sierra y la Costa. La ciudad se paralizó por uno de los momentos más importantes del catolicismo para la Atenas del Ecuador.
Frase de Juan Pablo II
En su mente ronda la frase que pronunció Juan Pablo II, cuando presidió la misa campal en Miraflores, porque hizo referencia a la devoción de los habitantes y el trabajo de personajes y religiosos locales. “Hoy tengo la ocasión de encontrarme con los hijos e hijas del Ecuador, aquí, en la ciudad de Cuenca. Un impulso de fe dictó para ella el cristiano y humano lema: Primero Dios y después voz”, decía el ahora Santo a los asistentes.
Esta mujer acudió ayer a la inauguración de una exposición por esta conmemoración que se dará hasta el próximo 18 de febrero. En el área del Ayacorral, del Museo de la Catedral Vieja, se da este importante evento por primera vez.
Se expone en tres salas de Catedral Vieja de Cuenca
En tres salas está toda la información, imágenes hasta muebles y enseres que utilizó Juan Pablo II en su estadía en Cuenca. Natali Vásquez, coordinadora del Departamento de Turismo de la Catedral, dijo que la Arquidiócesis con el apoyo de familias cuencanas pudo organizar esta exposición porque se entregaron diferentes piezas y más artículos para revivir ese momento.
Entre los objetos, llama mucho la atención una réplica de la casulla que usó el Santo para la misa, la cama donde descansó más el guardarropa y el velador, y una reliquia de primer grado que contiene un fragmento del cuerpo de Juan Pablo II.
Variedad de objetos
Asimismo, hay recortes de periódicos de los días 30 y 31 de enero de 1985 cuando se dio la visita del ex Pontífice al país y a Cuenca, respectivamente. De la misma manera, existen una serie de postales que circularon ese entonces como el rostro del ex Papa.
Hay una fotografía horizontal de más de 2,40 metros (m) de largo que muestra la cantidad de gente que llegó a ver a Juan Pablo II en Miraflores. Junto a esta, se encuentran otras imágenes pequeñas donde está con monseñor Luis Alberto Luna Tobar (+), con el exalcalde Xavier Muñoz Chávez y su esposa Gloria Astudillo, entre otros personajes.
En todo lo que se encuentra en este evento se resalta la grandeza del religioso. Lo recuerdan y lo veneran, principalmente las generaciones que tuvieron la dicha de escucharlo y ver cómo guiaba la iglesia. -(I)
3 semanas durará la muestra
La exposición denominada “Santo Papa Juan Pablo II: 40 años de su visita a Cuenca”, que se realiza en el Museo de la Catedral Vieja, es totalmente gratuita. La muestra durará tres semanas.
Monseñor Marcos Pérez, arzobispo de Cuenca, detalló que las puertas del museo estarán abiertas de lunes a viernes desde las 09:30 hasta 12:30, y, de 14:00 a 18:00. Mientras que, los sábados, de 09:30 a 17:30, y, los domingos de 09:00 a 13:30.
El ingreso, hacia la zona donde se lleva a cabo la exposición, es por la puerta que da a la calle Mariscal Sucre.
Los visitantes podrán tomarse fotografías bajo las seguridades del caso. Además, podrán recorrer otras partes del museo donde está el campanario que debía tener la Catedral Nueva, reliquias centenarias, entre otros objetos. (I)
DETALLES
31 de enero de 1985 estuvo el Santo Papa Juan Pablo II en Cuenca. Visitó la Catedral, la Curia y estuvo en el Templete de Miraflores.
Todavía existen personas que recuerdan esa visita porque la ciudad se paralizó para acompañar al entonces Papa y escuchar su mensaje.
El ex Pontífice murió en el año 2005, y, fue proclamado Santo en el 2014 por el actual Papa Francisco. Pasaron 9 años para su beatificación.
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