Defensa del agua     

María Eugenia Moscoso C.

¡Mucha tinta ha corrido en torno al asunto de Quimsacocha! Las discusiones y análisis aún persisten, pero sobre cualquier aprovechamiento de tipo extractivo y económico, la defensa del agua es lo que debe imperar.     

Quimsacocha en lo semántico, se entiende como “esponja natural” , integrada por “tres lagunas”, constituyendo un ecosistema de páramos y humedales del alto andino, ubicado en la cima del volcán, en la provincia del Azuay. Desde antiguas culturas y en la cultura griega, se determinó  -como señalara Aristóteles- los cuatro elementos, como bloques básicos de la materia: tierra, aire, fuego y agua.               

Quimsacocha -como área de recreación- es una área protegida, registrada en 2012, con una superficie de 3217 hectáreas, formando parte del macizo de El Cajas.                                                 

En nuestra ciudad y provincia se ha generado un ambiente de malestar frente al cuidado y aprovechamiento del agua que nace en Quimsacocha, ante el temor de la explotación de los minerales que subyacen  bajo esta fuente de agua.  ¡El agua que desde esta fuente natural fluye, se traduce en la esencia de la vida de los seres vivos y, por tanto, nos obliga a cuidarla!                           

Quimsacocha vista con un “espejo de agua” constituye un bien patrimonial adscrito al parque natural de El Cajas y mayormente destacado cuando en 1998, Cuenca fuera designada como Patrimonio de la Humanidad.           

¡Cuencanos y azuayos a cuidar con enorme espero este patrimonio natural! (O)

Dra. María Eugenia Moscoso

Doctora en Comunicación y Literatura, Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Quito. Profesora jubilada en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Cuenca.

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