El Tribunal Penal sentenció a Andrés Paúl C. a 22 años de prisión por el delito de violación contra su propia hija, quien tenía 6 años al momento de los hechos. La Fiscalía General del Estado logró demostrar su responsabilidad mediante pruebas presentadas durante el juicio.
Los abusos ocurrieron en el domicilio de los abuelos paternos, donde la menor visitaba a su padre los fines de semana desde que tenía 4 años.
Investigación
Según la investigación, Andrés Paúl C. obligaba a la niña a dormir con él y la incitaba a «jugar a ser novios». En este contexto, comenzaron los tocamientos indebidos que escalaron a agresiones sexuales repetidas.
Para silenciarla, el hoy condenado amenazaba a la niña con hacerle daño a su madre y con dejar de darle golosinas.
Los abusos continuaron hasta noviembre de 2020, cuando la víctima, ya con 7 años, dejó de acudir al domicilio paterno debido a conflictos familiares. Poco después, reveló lo sucedido a su hermana mayor, quien alertó a la madre, iniciando así el proceso legal.
Durante la audiencia de juicio, la fiscal de la Unidad Especializada en Violencia de Género 5 de Cuenca presentó pruebas que incluyeron el testimonio anticipado de la víctima, peritajes médico-legales, psicológicos y sociales, así como declaraciones de familiares y de una docente, quien indicó que la menor había comentado a sus compañeras sobre los abusos sufridos.
Además de la condena privativa de libertad, el tribunal ordenó que Andrés Paúl C. pague una reparación integral de 3.000 dólares a favor de la víctima. También, que se garantice su acceso a tratamiento psicológico a través de la red pública de salud.
El delito de violación está tipificado en el artículo 171 del Código Orgánico Integral Penal (COIP). Este establece penas de entre 19 y 22 años de prisión. En este caso, el tribunal aplicó la sanción máxima. (I)
Más noticias:
Alias Fede fue recapturado en Medellín y con una cédula de identificación distinta
