Sí, lo escribí mal para llamar más la atención. Esta entrada vamos a darle un estilo particular, entre el comercio y lo político. Parece que hay una relación. Vamos a ver cómo nos va. Ahora estamos americanizados. Desde hace pocos años en Ecuador también nos hemos sumado a la tendencia del Black Friday. Los comercios botan la casa por la ventana y los consumidores están al acecho.

Tal es así que hemos visto eventos inusuales. Personas que, con el afán de adquirir productos a menor costo, se pegan el madrugón. Hacen filas desde las cinco de la mañana para esperar que abran las puertas de los establecimientos comerciales y dar rienda suelta al consumismo. Inclusive hubo ciudadanas que se agarraron a puñetes para adueñarse de los “carritos”. Por el suelo estaban revolcándose.

Y claro, esa misma escena se está viviendo en la palestra política. Luego del 16 de noviembre el gobierno cambió la estrategia para establecer diálogos. Pero los resultados electorales han marcado aún más las diferencias entre noboístas y correístas. Una asambleísta del oficialismo ha dicho que no dialogarán con el bando que supuestamente está a favor de los narcos.

De su lado, el correísmo ha empezado a montar una narrativa de que el triunfo del No fue por ellos. Lamento decirles, mis apreciados súbditos del patrón, que los resultados fueron la voluntad del pueblo. No hay que meter las narices donde no les llaman. Muy salsas en la Asamblea Nacional asoman alardeando aparentemente que la Constitución de Montecristi es la maravilla. Menos show y más camello, tengan la bondad.

Y para culminar con este noviembre atípico conocimos la salida de los fundadores de La Posta. Ese temita hay que analizarlo a profundidad. ¡Rayos! Si me sorprendía que un medio digital empezó por un momento a influir en la política del país. Tantos casos de corrupción se denunciaron que algunos políticos tuvieron que salir volando de sus puestos. En fin, lo maravilloso de la política en el mes de las ofertas y los descuentos.

(O)