Diciembre transforma a Cuenca en un abrazo de luz. La campaña Amor por Cuenca no es solo una decoración navideña: es una declaración de identidad, un recordatorio de lo que somos y de lo que ofrecemos al mundo. Cada calle iluminada, cada plaza vestida de esperanza y cada rincón patrimonial realzado por la Navidad hablan de una ciudad viva, orgullosa de su historia y abierta al futuro. La belleza de Cuenca no se explica, se siente. Se siente al caminar por su Centro Histórico, al escuchar el murmullo de los ríos, al encontrarse con sonrisas que reciben al visitante como en casa.
Esta temporada, la ciudad se repotencia como destino turístico con sensibilidad y visión: tradición y modernidad dialogan para ofrecer experiencias memorables, seguras y llenas de calidez. La Navidad en Cuenca invita a volver a lo esencial: compartir, contemplar, agradecer. Invita a recorrer sus museos, su gastronomía, su artesanía y sus paisajes urbanos que hoy brillan con un cuidado especial.
Es el poder de una ciudad que se reinventa sin perder su alma. Visitar Cuenca en Navidad es regalarse un momento de belleza auténtica. Es dejarse tocar por la luz, por la cultura y por el amor que esta ciudad pone en cada detalle. Porque Cuenca no solo se visita: se ama. Cuenca te espera con luz en las calles y amor en el corazón: ven a vivir una Navidad que se queda para siempre. (O)
X: @monicabanegasc
