El ciclo del delantero uruguayo Octavio Rivero en Barcelona Sporting Club ha llegado a un punto de no retorno. Tras semanas de especulaciones y declaraciones cruzadas, se ha confirmado que el atacante no continuará en la institución para la temporada 2026. Esto cierra un capítulo marcado tanto por su rendimiento deportivo como por el evidente desgaste en la relación con la actual directiva.
La salida de Rivero no responde exclusivamente a criterios futbolísticos. También se debe a un deterioro progresivo en la convivencia entre el plantel y la dirigencia encabezada por Antonio Álvarez. Antes de su viaje de vacaciones, el delantero calificó la situación como «insostenible». Señaló que existen vínculos que se encuentran totalmente fracturados.
Esta tensión se agudizó tras las declaraciones públicas del presidente Álvarez, quien meses atrás cuestionó el compromiso de ciertos integrantes de la plantilla. Señaló conductas de indisciplina fuera de las canchas. Estas afirmaciones generaron un malestar profundo en el grupo de jugadores. Octavio Rivero fue una de las voces más críticas ante lo que consideró un entorno de trabajo incómodo.
Desempeño y legado deportivo de Octavio Rivero
Octavio Rivero llegó al «Ídolo del Astillero» en julio de 2024. Tenía la responsabilidad de cubrir la vacante dejada por Francisco Fydriszewski. A lo largo de su permanencia, el «charrúa» logró consolidarse como una pieza clave en el esquema ofensivo. Destacó por su jerarquía y goles importantes tanto en la LigaPro como en torneos internacionales.
A pesar de haber mantenido su contrato vigente hasta finales de 2025, la imposibilidad de recomponer la confianza mutua ha precipitado su salida definitiva. El jugador ya había manifestado previamente que la relación profesional se había vuelto difícil de sostener. Esto fue especialmente tras los incidentes públicos que involucraron a la dirigencia y al primer equipo.
Un futuro incierto para el club
Con la partida de Rivero, Barcelona SC pierde a su principal referente en el área. Esto ocurre justo antes de iniciar un nuevo ciclo competitivo. La salida del uruguayo se suma a la de otros referentes. Esto deja a la institución ante el reto de reestructurar no solo su plantilla, sino también el clima interno que se ha visto afectado en el último año.
Mientras el club busca nuevas opciones en el mercado de fichajes, la atención se centra en cómo la administración de Antonio Álvarez gestionará esta transición. La pregunta es si logrará pacificar las aguas en un equipo que exige resultados inmediatos. Por ahora, el destino de Octavio Rivero apunta hacia nuevos horizontes fuera de Ecuador. Así, deja atrás una etapa de claroscuros en el equipo más popular del país.
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