Arzobispo Marcos Pérez lamenta irrespeto a templos, pues se ofende a la ciudad y a los sentimientos religiosos.
Algunos templos de la ciudad, en sus paredes, pero también en sus puertas, han sido afectados con marcas de pintura, grafitis y leyendas que no solamente manchan sino dañan estas estructuras. Las puertas con imágenes en madera tallada, de la iglesia de San Sebastián, están entre las últimas dañadas.
Al ser la madera un material sensible, la limpieza o intervención de una escultura o relieve tallado en una puerta antigua es una labor delicada y costosa, que no se corrige con un simple repinte como puede pasar con una pared ordinaria.
La ciudad tiene iglesias muy bellas por su patrimonio arquitectónico y artístico, lamentablemente algunas personas las han dañado con pintura.
Para los creyentes esta es una ofensa a la casa de Dios, pero también es una ofensa a la ciudad y a su gente, expresa monseñor Marcos Pérez Caicedo, arzobispo de la diócesis.
Llama la atención que, sin escrúpulos, se dañe los bienes de la iglesia y la ciudad. Para erradicar y prevenir los efectos de estas costumbres necesitamos el apoyo de las autoridades con la vigilancia, resalta el prelado.
Así mismo, pide contar con el apoyo de las autoridades: la Municipalidad, la dirección de Áreas Históricas, la coordinación de Patrimonio Cultural, a fin de tener asesoría y apoyo para recuperar estos bienes patrimoniales afectados.
Al respecto, dijo, sin embargo, que sí hay un avance pues cuando se organizan ventas en la acera de la Catedral Nueva, que da a la calle Sucre, ya se ha evitado que los comerciantes claven sus puestos a dicha pared. (AVB)-(I)
DETALLE
Otras iglesias han sido afectadas en sus paredes, como ha ocurrido en el monasterio de las Conceptas.
