“La policía de la ciudad china de Wuhan, epicentro del brote de coronavirus, se ha disculpado con la familia de Li Qenliang, el médico que alertó del coronavirus, fue represaliado y falleció finalmente a causa de la enfermedad”. “Desde el inicio de la epidemia, los médicos fallecidos han aumentado a 14, con el último hoy en Italia” (19-03-2020). Son informaciones que suman a la miles o millares que aparecen en todos los medios de comunicación, pero, que poco o nada sorprenden al común de los mortales cuando están más preocupados de ellos que de la suerte de seres humanos que luchan por salvar vidas sin importar las suyas. Nunca se conocerá el número exacto de profesionales de la salud llámense médicos, enfermeras y afines que ofrendaron sus vidas por salvar vidas, solo se recordará de una guerra contra un enemigo invisible, y se olvidarán de verdaderos héroes que no buscan el reconocimiento, pero, que merecen el aplauso y la admiración de un mundo por demás ingrato ante realidades que no se quiere ver y, antes por el contario, hasta se les quiere criminalizar. ¡Un saludo a los héroes de la pandemia!
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