La Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) analiza un nuevo formato para la Superliga Femenina 2020, aunque algunos clubes han solicitado la suspensión de la misma, generando un rechazo total de parte de las involucradas. Dicen ser conscientes de la situación actual por la pandemia del Covid 19, lo que no comulgan es la falta de equidad en la toma de decisiones de parte de algunos clubes.
El balompié femenino estaba estructurado en dos Zonas. La 1 quizá es la más afectada. Seis de los nueve clubes están ubicados en provincias que actualmente registran el mayor número de personas contagiadas por el virus. Barcelona SC, Emelec, Guayaquil City (Guayas), 7 de Febrero (Los Ríos), Deportivo Cuenca y Carneras UPS (Azuay). Se suman Macará, Técnico Universitario (Ambato) y Liga Juvenil (Macas).
Barcelona SC ya dio un paso al costado; Emelec estudiaría su participación de darse otro formato; Guayaquil City y Deportivo Cuenca consideran que la FEF debería suspender el torneo para precautelar la salud de todos los involucrados.
La movilización sería uno de los problemas. No pasaría con los participantes de la Zona 2. Siete son de Quito, uno de Ibarra y otro de Riobamba. Deportivo Santo Domingo está al margen porque renunció a la competencia antes de darse la emergencia sanitaria.
Alegando una mala interpretación, de terceros, al comunicado emitido por Deportivo Cuenca, el presidente del equipo femenino, Mauricio Vintimilla, señala que las jugadoras y cuerpo técnico pueden estar tranquilas porque podrán competir y defender el título cuando lo permita el COE Nacional.
Sostiene que el club solicitó la suspensión de todos los campeonatos que organiza la FEF para “precautelar la integridad de jugadores, cuerpos técnicos y sumándonos a las exigencias del COE en el tema de la movilización y de actividades donde hay concurrencia de masas”.
Aclara que en ningún momento indican que no participarán. “Lo que hemos pedido a la FEF es que cumpla con sus obligaciones (económicas) hacia los clubes… y obviamente, que brinde las seguridades a nuestros jugadores en el hospedaje, movilización y en los partidos, tanto del futbol femenino como de las formativas”.
Si la FEF continúa con la organización del certamen, Vintimilla sugiere emular las propuestas de otras ligas del continente como de Argentina y Chile que prevén activarse en agosto con un formato corto y por zonas. “Todos buscan jugar la Copa Libertadores y todos deben llegar en las mismas condiciones”.
Deportivo Cuenca tiene contratos con todas sus jugadoras. Vintimilla confirma que aún no ha dialogado al respecto con ellas, pero que como la mayoría de empresas en el país, están con dificultades económicas. Algunos empresarios han retirado su apoyo al club y otros no están aportando porque su marca no se está promocionando.
En medio de la crisis, instituciones públicas les ayudan en la alimentación a las ocho jugadoras que dejaron Guayaquil para sumarse como refuerzos. “Nuestra prioridad es la parte humana de las jugadoras. Les ayudamos en sus necesidades básicas. Ellas viven en una casa, tienen un patio de mediana extensión para realizar sus ejercicios sin problemas… Hace dos semanas falleció la abuelita de una de las chicas, fueron momentos duros, difíciles, pero siempre estuvo allí Paulina (Pino), el Club”.
El plantel conlleva la cuarentena entrenado en casa con asesoramiento virtual del cuerpo técnico. Según Vintimilla, las jugadoras también tienen a su disposición un médico y una psicóloga que trabaja con ellas de manera individual y grupal. (BST)-(D)
