La 46 edición del Mundialito de los Pobres no se desarrollará este año. Luis Chiriboga, expresidente de Amistad Club y aspirante a la reelección, organizó la última edición, en 2019. Asegura que la entidad no registrará pérdidas debido a que en el presupuesto anual destinan un fondo específico para dicho torneo gracias a la publicidad y aportes de los socios.
“Nosotros venimos manteniendo de muchos años atrás un fondo expresamente para el Mundialito, para premios, para árbitros, seguridad privada, para el alquiler del coliseo (Jefferson Pérez) que nos cuesta 50.000 dólares. Esa plata no se toca, pensando en que de repente pasa alguna cosa, como ahora, quién se iba a imaginar”.
Según Chiriboga, la organización del certamen interbarrial de indor requiere un presupuesto aproximado de 160.000 dólares. Añade que los ingresos que genera el Mundialito se destinan para la organización del Concurso de Años Viejos, Comparsas y Bandas del Pueblo.
El bicampeón
Simón Bolívar estaba por cumplir una hazaña en 2020. Ser el primer equipo en conseguir tres títulos de forma consecutiva tras los campeonatos de 2018 y 2019. En temporadas pretéritas hubo tres pentacampeones y dos tricampeones que estuvieron cerca del objetivo: Ciudadela Calderón (1984, 1985), Todos Santos (1987, 1988), Cristo Salvador (1996, 1997), San Roque (2004, 2005) y El Chorro (2011, 2012).
Fernando Cedillo, presidente de Aviced FC que representa al barrio Simón Bolívar, asegura que la suspensión del torneo generará nostalgia entre dirigentes, jugadores e hinchas porque era un espacio de distracción en época vacacional.
Iban a buscar el tricampeonato con el mismo equipo más tres juveniles de sus canteras: Leonardo Fárez, Patricio Pintado y Diego Cedillo. “El acuerdo económico que teníamos con los jugadores del Mundialito queda pendiente. Con los auspiciantes, afortunadamente no se ha firmado nada”.
Los jugadores no están desamparados. Todos integran el plantel de Aviced FC que recibe un incentivo mensual para su preparación de cara al debut en Segunda Categoría. Además, están considerados para diferentes torneos de futsal.
Avícolas Cedillo cubre en un 70 a 80 % los gastos de Aviced FC. Para cumplir con las obligaciones adquiridas, incluso con los casi 100 empleados de la empresa, Cedillo confirma que están suspendidos los trabajos del Complejo Deportivo. Sólo para Ascenso presupuestaron 10.000 dólares fuera de los otros casi 10.000 que necesitaron para pertenecer a la Asociación de Fútbol del Azuay.
Sin tradición
Entre los equipos que estaban estructurándose está El Joyero. Tenían cinco jugadores confirmados con acuerdo previo: Edison Serrano, Rubén Cárdenas, Byron Tenecela, Albenis García, Steven Rivera. Para el entrenador, Santiago Valladarez, los organizadores tomaron la medida que les resultó más fácil.
“Cuando todas las circunstancias se dan para jugar, siempre hay un único beneficiado en la parte económica. Cuando algo falla simplemente no lo hacen y se olvidan de la tradición, de lo que a la mejor la gente necesita jugar, el compromiso que adquieren los barrios… ahora los barrios tienen que arreglarse con los jugadores o devuelven la plata o sigan vivos hasta el año que viene”.
Valladarez sostiene que el campeonato no sólo que perdió la tradición y cambió las reglas de juego, sino que se volvió “absolutamente material” para los organizadores, jugadores y los “cristos son siempre los que arman los equipos”. Resalta que de un tiempo acá, los que más invierten son los que más opciones tienen de llevarse el tan ansiado trofeo. (BST)-(D)
Interrupciones
- El Mundialito de los Pobres se organiza desde 1965. Luego de cuatro ediciones, el torneo se suspendió por una década. Desde 1979 se ha jugado de manera ininterrumpida con cambios de escenarios, reglas y número de equipos. La tradición se forjó en la cancha de cemento del Colegio Febres Cordero. Desde 2008 empezó la transición hacia el Coliseo Jefferson Pérez.
