Marcelo Crespo y su equipo de trabajo de señalización, de la Empresa Pública de Movilidad, Tránsito y Transporte, EMOV EP, llegaron a la intersección de la avenida Isabel La Católica y Doce de Abril para avanzar con la señalización vial con líneas blancas, en esta zona. Cuando la ciudad se empieza a apagar, ellos inician su jornada.
Estos trabajos se cumplen desde las 22:00 hasta las 04:00, en varios grupos. Previo a la actividad se revisan los planos con las indicaciones y se organiza el trabajo de limpieza y marcación del área, mientras que otro conjunto de obreros alistan la pintura acrílica y las herramientas para el proceso final.
Durante la preparación de pintura y accesorios, no faltan los chistes, las anécdotas, un poco de música y las risas que dan batalla al frío que se impregna en el overol, guantes y bufandas que cubren sus cuerpos. El constante movimiento les ayuda a mantener el calor que disminuye conforme avanza la madrugada y llegan las gélidas temperaturas andinas.
Cerca de la medianoche, los trabajadores buscan calmar el hambre con sus refrigerios y bebidas calientes, que son compartidos entre ellos, pero con la distancia física pertinente, con el fin de cumplir con las normas de bioseguridad por el COVID-19.
Leodán Sañango retomó su labor en la pintura y en su relato explica que su familia se acostumbró a su trabajo nocturno, pero a pesar del ello, las preocupaciones siguen latentes conforme pasan las horas, y que estas desaparecen solo cuando suena la puerta de su casa, que da anuncio de su llegada.
Las experiencias de la larga jornada nocturna, son muchas, entre ellas están las negativas, donde se involucra la ciudadanía. Crespo recordó que antes de la pandemia, cuando la circulación vehicular era hasta las altas horas de la noche, tenían inconvenientes con ciertos ciudadanos agresivos.
“Uno para trabajar debe limitar el espacio, pero siempre nos encontrábamos con gente que se molestaba por el cierre de una calle. En varias ocasiones nos amenazaban con atropellarnos, nos increpaban con el carro y viran los conos…”, dijo el funcionario.
De igual manera, Leodán, que se sumó a la narración de su coordinador, concuerda en que es un trabajo silencioso, pero de gran impacto para la ciudad cuando amanece. Ellos hacen un pedido sobre el respeto a la integridad física de los obreros, y el respeto de la señalización ya implementada, que no solo mejora y organiza la movilidad, sino que también salva vidas. (IVM)-(I)
Detalle
En el plan de semaforización se ha intervenido en 110 nuevas intersecciones semafóricas y 871 cruces peatonales en centros educativos.
