Celeste Polidori, en el periódico LOS ANDES, de Mendoza- Argentina, como homenaje a los 88 años de Joaquín Lavado, Quino, el insigne dibujante mendocino, que creó la famosa tira, imaginó un encuentro, medio siglo después, de Mafalda y sus amigos. Es tan bello e imaginativo su trabajo, que me permito tomar parte de él para Uds.
“Aparecen en la pantalla, uno a uno: Mafalda, Miguelito, Felipe, Manolo, Susanita y Libertad; observan sus caras, han pasado nada menos que 47 años desde que se vieron por última vez. Fue en 1973, cuando su querido San Telmo dejó de contar con su presencia y sus pensamientos.
Ahora, con más de 50 años de edad y un largo camino recorrido, lucen diferentes. Mafalda les cuenta que no formó pareja y que trabaja como intérprete en Naciones Unidas. Susanita no demora en aclarar que tiene 8 hijos y un marido que es su príncipe azul, mientras que Manolo les presenta su imponente cadena de hipermercados; ahora está en pleno auge: es uno de los establecimientos considerados esenciales por la pandemia de COVID-19.
Libertad interrumpe y se refiriere a su lucha por los derechos de las mujeres, mientras que Felipe comenta que con Libertad suelen encontrarse. Él se quedó a vivir en San Telmo y luego se mudó a Mendoza. Se dedicó a hacer historietas y tan mal no le fue. Por último el filósofo del grupo, Miguelito, quien se cortó el pelo hace años, aclara con un poco de humor: “Unos somos chicos y otros descrecidos, nomás”, en referencia a la diferencia de edad. Él es el más chico de todos, pero no tanto, ya tiene 57 años.
Manolito con cierta astucia rompe el hielo: “Usted me resulta cara conocida. ¿No nos habremos visto antes en otra inflación?”. Risas.
“Nadie espere que yo diga algo”, insiste Felipe, quien termina cediendo a las presiones de sus amigos: “Cuando uno no sabe qué decir, no sabe cómo decir que no sabe qué decir”.
Un segundo de silencio los paraliza. Han pasado tantos años que se emocionan al verse.
Mafalda: “¡Pst! El país está ahí esperando. ¿Le digo que se siente o qué?”. Nuevamente ríen. “¿Que importan los años? Lo que realmente importa es comprobar que al fin de cuentas la mejor edad de la vida es estar vivo”, se la escucha a la protagonista de la tira”. Poética nostalgia, ¿no?
