Este lunes 1 de febrero, representantes de las siete ramas del transporte hicieron una protesta pacífica a nivel nacional. En Cuenca, los conductores se ubicaron en diferentes sectores de la ciudad y se concentraron en la calle Bolívar y Huayna Cápac.
El motivo de la movilización es el rechazo al incremento del precio de los combustibles, específicamente del diésel, que ha incrementado en un 35% desde mayo del 2020 cuando el Gobierno implementó un sistema de bandas. En ese entonces el galón se comercializaba en 1 dólar y durante este mes, hasta el 10 de enero, cuesta 1,35 dólares.
Patricio Padilla, Presidente del Frente Unido de Taxistas del Azuay, asegura que están experimentando las consecuencias del alza de los combustibles en los precios de los repuestos e insumos para el mantenimiento de las unidades. Además reclama que antes ya hubo un compromiso del gobierno de otorgar una tarjeta de compensación para esta rama del transporte, sin embargo, “aquello quedó en el olvido.”
Otro factor que les preocupa es la informalidad. Según Mesías Vicuña, secretario general del Sindicato de Choferes del Azuay, este problema se ha incrementado con la pandemia y es algo que afecta a varias ramas del transporte, como taxis, transporte mixto y transporte interprovincial.
Los transportistas decidieron dar un plazo de 48 horas al gobierno nacional para tomar acciones que cubran estas demandas. Aseguran que, de lo contrario, tomarán otro tipo de medidas más radicales.
El gobernador del Azuay, José Jaramillo, recibió a los dirigentes provinciales de las 7 ramas del transporte, sin embargo, aún no hay un pronunciamiento oficial desde el ejecutivo en relación al pedido de los transportistas. (I)
